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La pelea por llegar al Servicio Civil

Es la entidad del Estado que debe proteger la meritocracia. La elección de su próximo comisionado, sin embargo, acaba de ser refutada por supuesta falta de transparencia.

Diana Carolina Durán Núñez
14 de noviembre de 2014 - 03:59 a. m.
Blanca Romero le pidió a la Procuraduría que interviniera porque, asegura, se cometieron “evidentes errores”.  / Archivo personal
Blanca Romero le pidió a la Procuraduría que interviniera porque, asegura, se cometieron “evidentes errores”. / Archivo personal

En Colombia, la idea de conseguir un trabajo en el sector público suele mezclarse con la de la politiquería o la corrupción. Eso no quiere decir que no existan funcionarios que merecen su trabajo: claro que los hay. Existe, además, una entidad del Estado cuya misión es garantizar que los méritos y la igualdad sean el camino para que alguien acceda a un puesto oficial: la Comisión Nacional del Servicio Civil (CNSC). Ésta, sin embargo, se enfrenta hoy con una paradoja: los cuestionamientos sobre la transparencia con que la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP) realizó el proceso para elegir, precisamente, a una de las personas que encabezarán el discurso de la meritocracia en todo el país.

El pasado lunes 10 de noviembre fue la fecha estipulada para que la ESAP publicara los puntajes que obtuvieron los participantes en el concurso para ser comisionado de la CNSC. La persona que ocupe el primer lugar en ese escalafón es a quien el presidente de la República, Juan Manuel Santos, ofrecerá el cargo. La sorpresa llegó cuando, a la par con la lista, se divulgó un comunicado en el que la ESAP informaba a los aspirantes que uno de los criterios de la convocatoria había cambiado. “Se procedió a recalificar la ‘Educación para el trabajo y el desarrollo humano’” —que son los talleres, seminarios y cursos—, notificó la ESAP.

En el comunicado no se explica qué motivó a la ESAP a tomar esa decisión. La escuela sólo indicó que lo hizo “con el interés de beneficiar en igualdad a todos los aspirantes”, pero algunos sentaron enseguida su voz de protesta porque sentían que lo ocurrido era como si, al final de un partido de fútbol, el árbitro decidiera que para ganar un partido ya no se necesitaba uno, sino dos goles de diferencia. La más molesta con la situación fue, como era de esperarse, la persona que con las reglas de juego iniciales había conseguido la mejor puntuación en el concurso de la ESAP: Blanca Romero Acevedo.

Un día después de conocer los resultados definitivos, Romero le pidió a la ESAP corregirlos y, a la vez, envió una queja a la Procuraduría, a la cual le pidió veeduría y acompañamiento. Lo mismo hizo Edwin Ruiz Moreno, además, ante la Secretaría Anticorrupción de la Presidencia de la República. Ruiz sabía que no había ganado el concurso, pero reclamó que la decisión de recalificar, en lugar de beneficiar, “afectó a la mayoría de los concursantes del proceso”. De paso, criticó puntualmente que la súbita modificación sólo había resultado en una ventaja con nombre y apellido: Jesús Hernando Amado Abril, quien hoy encabeza la lista de los concursantes para comisionado del Servicio Civil.

Todo este proceso comenzó el 29 de agosto de este año, cuando la ESAP dio a conocer el cronograma que se surtiría para seleccionar al comisionado. A finales de septiembre se presentó la prueba más importante: la de conocimientos, que representaba el 60% del puntaje final. La prueba de competencias era el 10%; la entrevista, otro 10%, y finalmente había un análisis de antecedentes —el que fue modificado a última hora—, que tenía un valor del 20%. Entre el 6 y el 16 de octubre, la ESAP divulgó los resultados de todas las pruebas, conocidos por este diario. En la de conocimientos, Blanca Romero y José Ariel Sepúlveda fueron los puntajes más altos: ambos obtuvieron 94,53 puntos.

Si los porcentajes se hubieran mantenido tal cual se anunciaron en la convocatoria pública desde el inicio, el primer lugar se lo habría llevado Blanca Romero con 90,3 puntos como calificación final. El segundo, José Ariel Sepúlveda, con 89,9. Y el tercero, Jesús Amado, con 88,6. Pero el pasado lunes, el orden que apareció fue: Jesús Amado de primero, con 91,4 puntos; Blanca Romero de segunda, con 91,1, y Sepúlveda de tercero, con 90,5. Hace dos años, Blanca Romero se encontró en una situación similar y entuteló a la ESAP por haber quedado de segunda, antecedida por José Elías Acosta, y la tutela fue rechazada. Él es hoy comisionado y ella, asesora de su despacho.

Jesús Amado Abril ha sido subdirector administrativo de Medicina Legal, se postuló para ser director administrativo del presupuesto de la Rama Judicial y para contralor de Bogotá, estuvo en la Subgerencia Técnica del Fondo de Seguridad y Vigilancia del Distrito y es profesor de universidades como la Libre, el Rosario y la Sabana. “Yo me presenté a un concurso de méritos transparente. No conozco lo de la recalificación más allá de lo que la ESAP ha publicado, pero prefiero esperar a que sean los entes de control y la ESAP los que se pronuncien primero. Y ante cualquier decisión que me afecte, pues también tomaré acción”, le dijo Amado a este diario.
Lo que está en juego es un puesto que tiene la misma remuneración de un ministro: casi $14 millones mensuales. El Espectador buscó al comité técnico de la ESAP que llevó a cabo el concurso para elegir al próximo miembro de la Comisión Nacional del Servicio Civil: la respuesta fue que los voceros autorizados no se encuentran en el país y que por eso no se podían dar declaraciones aún.

Por Diana Carolina Durán Núñez

 

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