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Este sábado, en la vía principal que de Tame conduce al municipio de Arauca, el Ejército Nacional hará un acto de reconocimiento de responsabilidad y ofrecerá excusas públicas por lo ocurrido el 2 de octubre de 2010 cuando el subteniente del Ejército Nacional, Raúl Muñoz Linares, agredió física y sexualmente a una menor de 13 años. En ese mismo mes, el uniformado también abusó de una niña de 14 años y la asesinó junto a sus dos hermanos de 9 y 6 años, a machetazos, en zona rural de Tame (Arauca).
De acuerdo con la organización Humanidad Vigente, este acto, como medida de reparación a las víctimas, se realizará en cumplimiento de un fallo que declaró la responsabilidad del Estado por el caso de violencia sexual contra la niña de 13 años. En el fallo judicial, según la sociedad, se estableció que a la menor se le vulneraron los derechos a la integridad personal, libertad e integridad sexual por parte de un agente del Estado que, para la fecha de los hechos, era un militar activo.
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Raúl Muñoz Linares, quien fue condenado a 60 años de prisión por estos hechos, solicitó a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) información sobre cómo acogerse a esa justicia especial. La organización de derechos humanos aseguró, en su momento, que el caso por el que fue procesado el exuniformado no tiene ninguna relación con el conflicto. “Violar y asesinar niños indefensos y en situación de vulnerabilidad, no es una acción de combate, ni representa una ventaja militar, y, por el contrario, son población civil y sujetos de especial protección según las normas básicas del DIH y del Derecho Internacional de los Derechos Humanos”, expresó.
El acto público estará presidido por el brigadier general Álvaro Vicente Pérez Durán, comandante de la Fuerza de Tarea Quirón adscrita a la Octava División y contará con la participación de víctimas, niños y niñas, comunidad de las veredas del distrito de Flor Amarillo, organizaciones sociales y de derechos humanos locales y nacionales, autoridades del orden local, departamental y nacional.
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De acuerdo con la justicia está probado que el uniformado se encontraba en la zona cuando comandaba la patrulla Buitres, adscrita a la Brigada Móvil 5. Fue descrito como un agresor sexual organizado que sabía con precisión lo que estaba haciendo y los testimonios de varios soldados que hacían parte del escuadrón sirvieron para declarar al militar responsable de estos hechos. Afirmaron que el 2 y el 14 de octubre, Muñoz se evadió del campamento que habían establecido y que regresó varias horas después agitado. Incluso en una de esas oportunidades pidió que lo raparan totalmente para cambiar su fisionomía.