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Desde el pasado martes, la Fiscalía ha volcado todos sus esfuerzos para demostrar que el hacker Andrés Sepúlveda, quien anoche fue trasladado a la penitenciaría de La Picota, no actuó solo en la empresa de interceptar comunicaciones y acceder sin autorización a información clasificada. Por eso, luego de que la jueza Teresita Barrera ordenara su libertad, el ente investigador lo recapturó y le imputó el delito de concierto para delinquir, además de los cargos de espionaje, violación de datos personales, acceso abusivo a sistemas informáticos y uso de software malicioso. Luego llamó a interrogatorio a Lina Luna Rodríguez, esposa de Sepúlveda, y, ahora, entrevista a un general y dos coroneles de la Policía.
Se trata del hoy director administrativo y financiero de la Policía, general Luis Eduardo Martínez; el jefe de planeación de Telemática, coronel Hoover Laverde, y el director de Inteligencia de la Policía (Dipol), coronel Jorge Luis Vargas. Estos tres altos oficiales tendrán que explicarle a la Fiscalía por qué sus nombres aparecen en el celular personal de Sepúlveda y en los computadores incautados, así como los vínculos que habrían mantenido con él. Además, bajo juramento tendrán que declarar dos miembros de inteligencia de la Policía que aparecen en un video con el hacker, en el que presuntamente se realiza una operación de compra y venta de información. Un elemento que ya había sido mencionado por el ente investigador en la audiencia de imputación de cargos realizada el pasado martes 10 de junio y por el excolaborador de Sepúlveda, Rafael Revert, en una declaración que rindió ante la Fiscalía. “Yo sé que compraba información a la Dipol. Tenía presentaciones de Dipol y de inteligencia”, señaló Revert en parte de su relato.
Después contó que en una ocasión a la oficina de Sepúlveda llegaron un tal ‘Antonio’ y ‘Lobo’ que eran miembros de la Dipol: “Yo tengo fotos de esas dos personas. Le tomé una foto a cada una con las caras. Al supuesto ‘Lobo’ y al supuesto ‘Antonio’ de la Dipol. Uno era supuestamente el mejor analista antiterrorismo, él me lo presentó así”.
Y agregó: “Del otro entró diciendo que era una gonorrea, un man muy malo (…) Los presentó y luego se fue a la terraza a hablar con ellos. Ahí les tomé las fotos, porque el cristal deja ver hacia afuera pero no hacia adentro. Le tomé también a un video en el que ‘Pacho’, no Santos sino la mano derecha de Andrés, le entrega plata Andrés, la cuenta y luego la pasa a los supuestos funcionarios de la Dipol”.
Revert también reveló que existía un equipo en la oficina de Sepúlveda que “supuestamente era de la Dipol, cuando tú lo prendes sale el loguito de la Dipol, ahí estaba el DarkComet, estaban varios software que la Dipol utilizaba para interceptación de correos, interceptación de equipos, y Andrés lo tenía, ese computador”. Además, dijo que vio varios documentos de la Dipol como “la base de datos completa”. Como por ejemplo, una “copia forense que se le hizo a un computador de las Farc en una operación, no recuerdo precisamente el nombre, pero eran pruebas que la Dipol tenía que tener porque eran pruebas judiciales contra esa persona a la que se le había capturado un computador y era una evidencia forense, como se le llama técnicamente, él lo tenía allá en la oficina”.
Precisamente, en la audiencia de imputación de cargos del pasado martes, la Fiscalía responsabilizó a Sepúlveda de haberle comprado a la Dipol un software malicioso de interceptación. En concreto, que adquirió, a través de esta entidad, un programa para acceder de manera no autorizada a todos los equipos que tuvieran el sistema operativo de Windows. “Es un software que se encuentra a través de un código de internet que la Dipol descargó y se usó para poder hacer las interceptaciones”, afirmó la delegada de la Fiscalía. Y sentenció el ente investigador que este hecho demuestra que dentro de la organización de Sepúlveda existía una división del trabajo para cometer los ilícitos. De manera que, por lo menos en este caso, alguien más construía, conseguía e implementaba el programa que él utilizaría más tarde para acceder a la información reservada.
Los tentáculos del caso hacker parecen extenderse conforme avanzan las investigaciones. En cabeza de la Fiscalía existe la certeza de que Sepúlveda no actúo solo y ahora la labor está en descubrir quiénes, de qué manera y con qué interés interceptaron comunicaciones. Los oficiales deberán comparecer ante esta autoridad el próximo jueves, mientras que se espera que hoy Lina Luna rinda su interrogatorio, para seguir esclareciendo los detalles ocultos de este expediente judicial.