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La Corte Suprema de Justicia no quiere perder un solo minuto en la investigación sobre la supuesta red de corrupción que habría llegado hasta sus despachos. En medio del Encuentro número 20 de la Jurisdicción Ordinaria en Manizales, un evento organizado por la misma Corte, un grupo de magistrados estaba listo en Bogotá para recibir al senador Musa Besaile en el Palacio de Justicia para su primera indagatoria después de entregarse a las autoridades en Córdoba, el pasado jueves en la noche, durante el partido de Colombia-Paraguay. Al terminar la diligencia en el alto tribunal, Besaile fue enviado a la cárcel La Picota. (Se entregó el senador Musa Besaile)
A una sala de audiencias en el alto tribunal, el congresista capturado llegó escoltado por una caravana de agentes del CTI y entró por el parqueadero del edificio, evitando las capturas de los fotógrafos que estaban a la expectativa de tener un nuevo registro del senador, investigado tras haber confesado que le pagó $2.000 millones al exfiscal Gustavo Moreno a cambio de detener una supuesta orden de captura que iba a emitir la Corte Suprema en su contra. Besaile ha dicho que hizo el pago porque Moreno lo extorsionó. (Ver: Musa Besayle admite que pagó $2.000 millones a exmagistrados de la Corte Suprema)
Con ese argumento, el senador y su defensa le explicaron a la Corte Suprema de Justicia que Besaile era víctima del cartel de la toga, no beneficiario. Según las indagaciones que se han hecho hasta ahora, ese cartel fue una “organización criminal”, dijo la Fiscalía, liderada por los exmagistrados Francisco Ricaurte y José Leonidas Bustos quienes, a cambio de millonarias sumas de dinero, habrían influido en decisiones judiciales. Ricaurte ya está preso en La Picota y, en el caso de Bustos, la Comisión de Acusación adelanta una indagación en su contra. (Puede interesarle: Una red que conmociona a la justicia)
“Moreno era un extorsionista de cuello blanco”, relató Musa Besaile en La W Radio, donde agregó que sintió temor y terminó pidiendo un préstamo a un empresario amigo para pagarle a Moreno. Ese empresario admitió haberle prestado eldinero. Su confesión, sin embargo, lo puso contra las cuerdas en el alto tribunal y, el pasado 25 de septiembre, éste ordenó su captura para investigarlo por cohecho y soborno. El senador estuvo prófugo durante 11 días.
Tras conocer la confesión de Besaile, fue el propio Moreno quien lo desmintió. El exfiscal le contó a la Corte que en ningún momento presionó al senador y que éste hizo el pago porque sabía que la red podía “ayudarlo”. Después de conocer de la orden de captura en su contra, Besaile desapareció del radar de las autoridades. Uno de sus abogados, Julián Quintana, explicó que su cliente estaba en un delicado estado de salud que le impedía hasta hablar.(El cara a cara entre Gustavo Moreno y Musa Besaile)
Fue entonces cuando Quintana anunció que le había pedido al alto tribunal que no tuviera en cuenta las declaraciones de Besaile en la Corte porque considera que se violaron los derechos del senador al debido proceso y a la defensa. Mientras tanto, el abogado Víctor Mosquera, quien también está en el equipo de defensa, anunció que había presentado una demanda en contra del Estado en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Mientras se adelanta la investigación en su contra, y sus recursos juiciales surten efecto, Besaile será recordado por ser el primer congresista en haber sido capturado por el llamado cartel de la toga.