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Ante la Sala Plena de la Corte Constitucional Adriana Elizabeth González y Sandra Marcela Rojas solicitaron que se respeten sus derechos adquiridos con la sentencia C-577 de 2011 que abrió la posibilidad en Colombia para que parejas del mismo sexo contrajeran matrimonio. Esto en el marco de la audiencia pública donde se recogen diferentes posiciones frente a la acción que busca anular la misma.
“Nosotras estamos casadas, contrajimos matrimonio por lo civil el 4 de octubre de 2013 en un juzgado penal municipal de Bogotá. Casadas por convicción”, manifestaron ante el alto tribunal, señalando que tienen la convicción que una pareja del mismo sexo tiene los mismos derechos que las parejas heterosexuales.
Durante 10 años han tenido que luchar para que se les reconozca como una pareja normal, sin embargo han sido víctimas de actos discriminatorios, preguntas extrañas sobre su situación. “Hemos tenido que explicar una y mil veces a propios y extraños los motivos por lo que nos queremos casar, pero hemos sido sometidas al escarnio púbico y a la persecución”.
Cuando creyeron que podían casarse vieron miles de trabas a la hora de ejercer sus derechos por parte de notarios y jueces aprovechando los vacíos legales que existían. “Quiero decir que esta mujer que tengo a mi lado es mi amor, es mi vida, es mi sustento, como lo son sus parejas, sus respectivas esposas”.
“Tuvimos que acudir a muchas acciones ante notarias y logamos registrar nuestro amor, no sin antes haber escuchado en repetidas ocasiones ‘eso no se puede, eso no es legal o no hay formatos’”. Para esta pareja que su único deseo es formalizar su unión no hay razones ni justificaciones para que se les pongan estas trabas.
“Aun teniendo el acta de matrimonio civil en la mano, un año y medio después un notario sigue negándose a hacer la modificación en el registro civil, no le pedimos que nos case, le pedimos que haga una anotación en el registro civil, matrimonio, de acuerdo con lo que dice el acta de ley”, señalaron ante el alto tribunal.
Con este tipo de actuaciones, señala, se les ha vulnerado su derecho a ser tratadas por igual ante la ley yendo en contravía de la Corte Constitucional. “Vivimos en un país donde por la orientación sexual se nos restringen nuestros derechos”, señalando que un matrimonio civil aquí en Colombia y en cualquier lugar del mundo es un matrimonio.
“No queremos vivir con miedo, frente a la pregunta si queremos o no contraer un matrimonio civil. Somos unas ciudadanas, nos enamoramos y conformamos una familia. Estamos orgullosas y felices, gracias a la anterior sentencia que se nos reconoció hemos logrado el ordenamiento jurídico”.
Al anular su matrimonio, señalaron, sería como quitarles sus cédulas de ciudadanía. “Nacimos en un país que camina hacia la paz, con igualdad de derechos, queremos vivir sin miedo, no queremos que anule nuestro matrimonio. Ustedes pueden cambiar la historia”.