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En su ley llegó a su fin alias 'Cuchillo'

Primero fue hombre de Rodríguez Gacha. Después sirvió a Carlos y Vicente Castaño. Luego fue mandamás en el Llano. Una saga criminal.

Redacción Judicial
28 de diciembre de 2010 - 10:42 p. m.
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Con seis órdenes de captura vigentes e innumerables delitos imputados, por fin fue abatido por la Policía el principal promotor de las bandas criminales y el narcotráfico en los Llanos Orientales: Pedro Oliveiro Guerrero Castillo, más conocido como Cuchillo . Un ex jefe paramilitar que después de su desmovilización en el malogrado proceso de paz entre las autodefensas y el gobierno Uribe, regresó a sus andanzas para intentar convertirse en el heredero del paramilitarismo en el oriente de Colombia.

Según los primeros reportes de las autoridades, desde la semana pasada unidades de la Dijín y de la Policía Antinarcóticos recibieron información sobre la presencia de alias Cuchillo  y sus lugartenientes en un sitio próximo a la cabecera municipal de Mapiripán, en el departamento del Meta. De inmediato se organizó un operativo en el cual fue abatido un individuo y se produjo la captura de siete sujetos, entre quienes estaba Hárold Rojas, conocido como El Loco Hárold, uno de los hombres de confianza de Oliveiro Guerrero o Cuchillo.

La operación se intensificó el 25 de diciembre, fecha desde la cual 200 hombres de la Policía y la Fuerza Aérea comenzaron a rastrear la zona para ubicar a nuevos integrantes del desmantelado Ejército Revolucionario Popular Anticomunista de Colombia (Erpac), pomposo nombre que Cuchillo le dio a su intento por reagrupar las fuerzas paramilitares en el oriente del país.

Tres días después, la ‘Operación Rastrillo’ contra los delincuentes permitió encontrar en el área cercana al río Guaviare el cadáver de un hombre que portaba dos pistolas y un reloj Rolex similares a los que usaba Cuchillo. Su fisonomía indicó desde el primer momento que se trataba del peligroso delincuente, quien escapó herido del combate en el que fueron apresados sus secuaces.

Tras ser sometido a los primeros exámenes morfológicos, se estableció que el cuerpo sí era el del hombre señalado como responsable de 2.000 crímenes y cuantiosos envíos de droga al exterior, especialmente a través de Venezuela. El mismo por el cual las autoridades ofrecían $5.000 millones.

De inmediato, la seguridad en la base antinarcóticos de la Policía en San José del Guaviare fue redoblada. Hasta allí fue conducido el cadáver, que a medianoche habría de ser llevado a  Villavicencio, en donde ya esperaba el comandante de la Policía, general Óscar Naranjo. Los familiares del desaparecido delincuente informaban entretanto que su sepelio será en su natal San Martín, Meta, uno de los principales polos de desarrollo de la zona en la que por muchos años sembró el terror.

La historia de Cuchillo se enlaza con la cronología de la violencia de los últimos tiempos en los Llanos Orientales. Nacido el 28 de febrero de 1970, desde su adolescencia se vinculó a las autodefensas constituidas en la región por el extinto narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha. Tras la caída del capo, en diciembre de 1989, se internó en Guaviare, donde se unió a los paramilitares que se abrieron paso en la región.

A finales de los 90, ya comandaba el Frente Guaviare, con notables éxitos en la guerra sin cuartel contra las Farc. Y con el paso de los días, unido al bloque Centauros que comandaba alias Miguel Arroyave, y el respaldo de los hermanos Carlos y Vicente Castaño, se convirtió en uno de los promotores de la violencia paramilitar en Meta, Guaviare, Vichada y Casanare. Detrás de sus acciones de guerra siempre estuvo el dinero del narcotráfico, con el que se las arregló para comprar conciencias que le permitieron eludir varios cercos militares en los últimos dos años.

Sobrevivió a la confrontación armada que libraron en la región los denominados Urabeños de Castaño y Daniel Rendón con la gente de Martín Llanos  desde el Casanare, por el control del paramilitarismo y el narcotráfico. Y en octubre de 2004 logró lo que no pudieron hacer sus enemigos del Casanare: acabar con su propio jefe Miguel Arroyave . Lo hizo en área rural de Puerto Lleras (Meta) y esta acción le permitió convertirse, junto a alias Jorge Pirata, en uno de los dueños de las autodefensas de los Llanos.

Entonces se impuso el proceso de paz entre el gobierno de Uribe y las autodefensas y el 6 de abril de 2006 Cuchillo se desmovilizó, entregando 1.024 armas entre granadas, pistolas y fusiles. Fue uno de los últimos jefes paramilitares en hacerlo, precisamente porque no creía en el proceso. Y lo demostró cuando se negó a reclutarse en La Ceja (Antioquia). Desde entonces regresó a su territorio, constituyó el Erpac y recobró sus contactos para reanudar sus labores como traficante de estupefacientes.

Su poder fue creciendo hasta convertirse en objetivo número uno de las autoridades. A tal punto que el entonces presidente Álvaro Uribe en un consejo comunal ordenó a la Policía y el Ejército capturarlo, e incluso dejó entrever que no se hacía porque Cuchillo  tendría alguna complicidad con la Fuerza Pública. Los rumores en la región hablaban de su creciente ejército, de sus nexos con Daniel El Loco Barrera y de su guerra a muerte con el zar de las esmeraldas, Víctor Carranza. Pero capturarlo era una tarea compleja.

La criminal saga de Cuchillo, o alias Didier, según la Policía, llegó a su fin. Y su estructura criminal,  que tanto dolor llevó al Meta, quedó desvertebrada. En la agonía de 2010, la Policía se anota un nuevo golpe contra las bandas criminales y particularmente contra las líneas de acción del narcotráfico que han querido recobrar lo que este martes fue la máquina de muerte de los grupos de autodefensa.

Por Redacción Judicial

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