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A escasos metros del área de protección de la laguna de Tota, uno de los cuerpos de agua más reconocidos del país, la empresa HWM SAS está construyendo un hotel desde 2018. Las comunidades aledañas han denunciado posibles irregularidades en las licencias de construcción, como que el futuro hospedaje ni siquiera está conectado a la red de acueducto y alcantarillado, lo que llevó a la Procuraduría a instaurar una acción popular, pidiendo detener la obra. El juzgado primero administrativo de Sogamoso accedió y ordenó suspender la construcción mientras se resuelve de fondo la demanda.
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Por orden del juzgado, y antes de tomar esta decisión, la Corporación Autónoma Regional de Boyacá, Corpoboyacá, que es la máxima autoridad ambiental verificó en dos visitas al lugar que, si bien ya hay construido un edificio de ocho pisos y hasta un tanque donde quedaría la futura piscina del hotel, no hay redes de servicios públicos. En otra prueba ordenada por el juez, la gerente de la empresa de servicios públicos del departamento confirmó que además de que el proyecto de HWM no está conectado a acueducto y alcantarillado, las redes de estos servicios están a 300 metros y 4 kilómetros del proyecto, respectivamente.
La situación es preocupante, pues la laguna de Tota y su cuenca hidrográfica, o sea los ríos con los que se conecta, abastecen de agua al 20% de la población de Boyacá. “Bajo este escenario, se concluye que permitir la continuación de la obra puede conllevar un daño potencial o riesgo al medio ambiente, cuya gravedad e irreversibilidad se basa en la posible afectación de un ecosistema que puede no permitir construcciones de la envergadura del hotel de propiedad de la firma HWM así como en el aparente indebido uso del suelo”, escribió el juez en la orden de medidas cautelares.
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Aunque todavía no se ha tomado una decisión de fondo, el juez actuó bajó el principio de precaución. “Tales circunstancias configuran un principio de prueba del cual se puede avizorar de manera objetiva y razonable que estamos frente al peligro de un grave impacto ambiental futuro, como ocurriría con la contaminación de la cuenca hidrográfica del Lago de Tota por la inadecuada disposición de las aguas servidas generadas por el funcionamiento del hotel”, advirtió el juez de Sogamoso.
Y agregó: “el principio de precaución impone actuar de forma diligente, sin que sea necesaria la certeza científica del daño o riesgo, para adoptar medidas que impidan la degradación de la cuenca hidrográfica del Lago de Tota”. Es decir, no se está prejuzgando a la compañía detrás del proyecto hotelero, pero se está previniendo de un eventual daño irreparable para el agua de Boyacá.
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Ya por razones similares, el Secretario de Gobierno de Cuitiva, municipio en el que está ubicado el hotel, había ordenado suspender la licencia de construcción. Aunque la compañía detrás del proyecto apeló, el alcalde del municipio confirmó este año la decisión. Y es que la construcción del proyecto hotelero en este punto ni siquiera respeta lo que dispone el Esquema de Ordenamiento Territorial del pueblo, por lo que lo que refuerza los argumentos en su contra.