Gabriel Dumar, testigo clave de Odebrecht, se rehúsa a hablar sobre campaña Santos

Alegando que teme que lo vuelvan a cambiar de celda, el empresario Gabriel Dumar no quiso hablar con la Fiscalía de si sabe o no algo acerca del financiamiento de la campaña de Juan Manuel Santos con dineros de Odebrecht. Sin embargo, lo que ya ha declarado podría ser clave.

Redacción Judicial
10 de septiembre de 2019 - 09:50 p. m.
La campaña Juan Manuel Santos a la presidencia está siendo investigada por el CNE  / Archivo El Espectador
La campaña Juan Manuel Santos a la presidencia está siendo investigada por el CNE / Archivo El Espectador
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Saber si a la campaña presidencial de Juan Manuel Santos de 2014 entraron dineros de Odebrecht es una tarea que adelanta el Consejo Nacional Electoral (CNE) y que apoya la Fiscalía. El pasado 29 de julio, un grupo de fiscales visitó la cárcel La Picota para preguntarle al empresario Gabriel Dumar, testigo clave de este escándalo de corrupción, qué sabe de las supuestas irregularidades que habrían cometido políticos en la época de elecciones. Los investigadores saben, porque ya lo ha dicho ante otras instancias, que Dumar supo cómo se habría movido el dinero para los políticos. Sin embargo, salieron de la prisión con las manos vacías.

Dumar es señalado como uno de los empresarios que lavaron el dinero de los sobornos que la multinacional brasileña pagó a políticos a cambio de que la ayudaran en sus intereses económicos y de negocios en el país. Desde que se entregó a las autoridades en agosto de 2017, su residencia ha sido una celda de La Picota. Al fiscal Daniel Hernández, quien lo visitó en la cárcel, le dijo que no iba a soltar una palabra más que implicara el nombre de Roberto Prieto, exgerente de la campaña de Santos, o temas como los dineros que, le contaron, sirvieron para pagar deudas de la política. Dumar agregó que su resistencia a seguir colaborando se fundamenta en un episodio ocurrido hace dos años.

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Según le contó el empresario al fiscal Hernández, el 28 de septiembre de 2017 fue trasladado de celda y pasó de estar en el pabellón conocido como el R-Sur de La Picota al de máxima seguridad. Un traslado que, para él, no tiene ninguna razón y además se hizo desconociendo una decisión judicial que le ordenó al Inpec mantenerlo en el primero. “Me siento temoroso”, dijo Dumar pues, de acuerdo con sus cuentas, su inesperado traslado coincidió con la revelación, ante la Corte Suprema de Justicia, de detalles de lo que conocía sobre el supuesto financiamiento de la campaña de Santos con dineros de Odebrecht, y mencionó nombres como el de Roberto Prieto y los exsenadores Otto Bula y Bernardo Ñoño Elías.

Al fiscal Hernández, Dumar le pidió que le solicitara a la Corte Suprema las declaraciones que allí hicieron los magistrados, y 30 minutos después de iniciar la diligencia, el empresario se despidió de los funcionarios. Lo que los investigadores han podido recopilar de las versiones de Dumar son los detalles de por lo menos cuatro pagos que habrían llegado a la campaña, a través de los exsenadores, y de cómo terminó Dumar involucrado en el negocio de lavar dinero, según él, sin conocer detalles de qué era realmente lo que estaba haciendo. “Fue un favor para unos amigos”, explicó Dumar, haciendo referencia a que conocía a los excongresistas, pues esperaba que después le retribuyeran “el favor”.

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En su primera declaración, Dumar relató que todo el negocio se ejecutó porque su familia era amiga de Otto Bula y él fue quien le propuso hacer el negocio con el consorcio Ruta del Sol 2, compuesto por Odebrecht, Episol (de Corficolombiana y perteneciente al Grupo Aval) y CSS Constructores. Bula, cuenta Dumar, le propuso el negocio porque era cercano a los brasileños, mayoritarios en la concesión, y le presentó a varios empresarios, entre ellos Guilherme di Cavalcanti, a quien le mandó toda la información de su propuesta para quedarse con el contrato. Sin más detalles, cuenta que a él le dieron el negocio, que terminó costando $10.072 millones, que nunca se ejecutarían.

Dumar relata que le entregaron un anticipo de $2.000 millones y que días después viajó al lugar donde tenía que hacer la obra y se percató de que no existían las condiciones con las que había firmado el contrato. A Otto Bula y Marcio Marangoni, directivo de Odebrecht, les dijo que él no tenía capacidad para realizar los trabajos bajo las condiciones reales en que encontró en el terreno. “Me dijeron que como ya el contrato estaba hecho, que lo usáramos para pagar una plata que se debía. A mí me pareció extraño, pero como era un contrato entre privados, no le vi nada de malo a eso. Y me dijo: ‘No se preocupe que nosotros hacemos la obra’. Ahí es cuando me dicen: ‘Esa plata hay que entregársela a Bernardo (el Ñoño) Elías”, relató Dumar.

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Para tranquilizarlo, Bula le aseguró a Dumar que estuviera tranquilo, que después le iban a dar trabajo. Marangoni confirmó la oferta. Además, el empresario tenía claro que esas “ayudas” podían se retribuidas más adelante, pues, explicó, tenía aspiraciones políticas y ayudar a personas como el Ñoño Elías y Bula podría ser clave. Pero ni lo uno ni lo otro. “Nunca nos dieron trabajo”, señaló Dumar ante la Corte. Sobre el dinero, el empresario contó que de ese contrato el Ñoño Elías recibió aproximadamente $8.000 millones y Otto Bula $370 millones. El resto, explicó, se utilizó para labores administrativas de Consol, el consorcio con el que se firmó el contrato ficticio.

Respecto a si se ejecutaron o no las obras, Dumar explicó que nunca se hizo nada. “Yo me cansé de pedirles a ellos los soportes de ejecución y nunca me los mandaron”, explicó el empresario, quien agregó que cuando por fin le enviaron parte de la documentación, lo hicieron, pero se trataba de obras ejecutadas en un lugar diferente. La plata para Elías y Bula, señaló, se sacaba en efectivo de los bancos y, según las exigencias de los excongresistas, las debía repartir en varias entregas, a personas cercanas a ellos y en la mayoría de los casos la debía llevar a la casa del Ñoño Elías. “Eran deudas que él tenía de la campaña de 2014 y 2015, pues ambos fueron años electorales”, relató Dumar.

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“Esos años implicaron para él mucho gasto en política, sobre todo porque él estaba financiando en ese momento 140 y pico de votos, que era lo que quería sacar. Al final sacó 150.000 votos. Digamos que él estaba invirtiendo la plata en su grupo político para poder consolidarlo en toda la Costa, específicamente o de manera más concreta en Córdoba, Sucre y La Guajira. Él quería tener un grupo sólido para poder lanzar luego candidaturas al Congreso en cada uno de esos departamentos. En eso gastaban la plata”, agregó Dumar en su declaración ante la Corte. Habló también de otro contrato, de aproximadamente $5.000 millones, que habría ayudado a que llegaran a las manos de los exsenadores.

En una declaración similar, Dumar mencionó el nombre de Roberto Prieto y ahí, según él, todo cambió. Dijo que de boca del Ñoño Elías se enteró de que $8.000 millones de los que él le había entregado en su casa eran para Roberto Prieto. Por esta mención, el exgerente de la campaña denunció en 2017 al empresario, porque consideró que le causaba daños morales y patrimoniales. Además, aseguró Dumar, el dinero que ayudó a lavar también llegó a parar a las cuentas del excongresista Antonio Guerra, quien recibió unos $200 millones, y a las del exviceministro de Agricultura Luis Miguel Pico. Ambos están presos por este caso y Pico ya aceptó cargos.

El próximo 4 de octubre, el CNE tiene planeado escuchar en versión libre al presidente Santos. Mientras tanto, la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia siguen recopilando información y declaraciones como la de Dumar, que cumplen ya dos años en poder de las autoridades. El abogado del expresidente, Alfonso Portela, le expresó a este diario el pasado 18 de agosto que “en ningún momento se ha tenido un hecho, una circunstancia, una prueba que pueda vincular todos esos contratos que ha venido destapando la Fiscalía con respecto a coimas (de Odebrecht) con la campaña. No encontramos un solo hecho que pueda conectar toda esa cantidad de plata que dicen que fue a parar a la campaña con la campaña misma”.

 

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Por Redacción Judicial

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