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El pasado jueves 5 de octubre, se empezaron a escuchar las denuncias de pobladores de Tumaco (Nariño) quienes alertaban que había personas heridas por un choque de campesinos con la Fuerza Pública. Las versiones de los hechos crearon confusión entre quienes intentaban entender lo que pasaba en la vereda Puerto Rico Mitaje, zona rural de Tumaco. El Ejército y la Policía dijo que fueron atacados mientas escoltaban a grupos móviles de erradicación, “al parecer alias Guacho y su grupo de GAO residual del frente Daniel Aldana de las Farc lanzaron al menos cinco cilindros bomba contra los integrantes de la Fuerza Pública y contra la multitud”.
Su reacción, explicó la Fuerza Pública, fue defenderse con sus armas. Sin embargo, campesinos y líderes de la zona denunciaron que se trató de un ataque desmedido en contra de quienes se oponen a la erradicación forzosa de cultivos de coca. Las cifras que hasta ahora maneja la Fiscalía es que en el choque murieron seis personas, entre ellas un menor de edad, y por lo menos 30 más resultaron heridas. Las autoridades ya viajaron a la zona con personal especializado para esclarecer los hechos.
(En contexto: La erradicación aérea y manual de coca ha fracasado: director de Indepaz)
Lo que está claro hasta ahora es que el choque se dio en una de las zonas que históricamente ha sido el bastión de narcotraficantes, guerrilleros y paramilitares. En Tumaco está concentrada la mayor cantidad de sembrados de coca en todo el país. Sus selvas tupidas y ríos que desembocan en el Pacífico, han sido el escenario ideal para quienes por décadas han controlado el negocio de la venta de hoja de coca. En los últimos cinco años, Tumaco ha sido protagonista de informes sobre cultivos pues tiene el récord de ser el municipio con el número de siembras de coca más grande en todo el país. (“Una masacre, esto no tiene un nombre distinto”: Diana Montilla)
El registro en las cifras lo ha reportado la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (Unodc) que, desde 2001, le pusieron a lupa a los cultivos de coca en Colombia. Desde esa época, el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci), un grupo de investigación adscrito a la Undoc ha evidenciado que este municipio de Nariño ha sido, desde 2002, uno de los más afectados por estas siembras en todo el país. (La otra cara de la sustitución de cultivos)
“Su situación es tan crítica que es el único municipio catalogado en la categoría de mayor nivel de amenaza, y donde se presume que habrá mayor cantidad de coca en el año siguiente”, reseñó el Simci en el informe que presentó este año. Históricamente, ha señalado la ONU, los cultivos de coca en Tumaco han ido en aumento. Hace cinco años, el reporte mostraba que en el municipio había 5.065 hectáreas sembradas. Al año siguiente, reportó las Naciones Unidas, el crecimiento fue del 30,5 %, es decir, se reportaron 6.611 hectáreas.
Entre 2013 y 2016, la historia no cambió. Pero sí hubo un cambio brusco en los números: entre 2014 y 2015 el aumento fue del 89,2 %. En otras palabras, mientras que en un año se registraron 8.963 hectáreas de coca, para el año siguiente, el reporte fue de 16.960 hectáreas. El Simci señala en sus informes que desde 2009, el aumento en las cifras se fue todavía más preocupante porque se “registraron acciones que limitaron la operatividad de estrategias de interdicción como la aspersión aérea y la erradicación manual forzosa”. (Lea más: Según campesinos, Gobierno incumplió en acuerdo de sustitución de cultivos ilícitos).
Señala además el sistema de monitoreo de la ONU que en Nariño se presentó un hecho que insidió de manera decisiva en los sembrados de coca en Nariño: se aplicó una restricción para asperjar con glifosato a 10 kilómetros de la frontera con Ecuador. Solamente entre 2012 y 2016 se cuadriplicaron las hectáreas de siembra de coca en Tumaco, pasando de 5.065, a 23.148 hectáreas. “Tumaco, continúa siendo el municipio con mayor afectación en el país, con 23.148 hectáreas que representan un 16 % del total del país”, concluyó el Simci en su último informe.