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La acidificación del océano, una de las consecuencias del cambio climático, reduce el instinto de supervivencia de los peces y les expone a sus depredadores, según un estudio publicado este lunes en la revista Nature Climate Change.
La investigación analizó el comportamiento de los peces en los arrecifes de coral situados frente a las costas de Papúa Nueva Guinea, una zona donde el océano Pacífico es naturalmente ácido, y descubrió que su comportamiento es más arriesgado.
"Normalmente los peces evitan el olor de un depredador, es totalmente lógico. Pero en este caso se sienten atraídos por su olor, lo cual es increíble", explicó a la AFP uno de los autores del informe, el profesor Philip Munday de la universidad australiana James Cook.
"También se alejan más de su refugio y son más activos, nadan más [...] Es una conducta más arriesgada para su supervivencia porque son más fácilmente detectables por un predador", agregó el científico ante la AFP.
El nivel de acidificación en la zona en la que se centró el estudio, "un laboratorio natural" perfecto, según Munday, es comparable al que tendrán los océanos de todo el planeta al final de este siglo si no se toman medidas para luchar contra el cambio climático.
Cerca del 30% del dióxido de carbono emitido hacia la atmósfera por la actividad humana termina siendo absorbido por los océanos, lo que provoca que estos sean más ácidos.
Según Munday, los peces de la zona estudiada no han podido adaptarse a la acidez a pesar de haber vivido toda su vida expuestos a niveles elevados de dióxido de carbono.
"No pareció que se adaptaran a lo largo de toda su vida", señaló Munday.
"Eso demuestra que un pez no sabe adaptarse cuando está expuesto permanentemente a altos niveles de dióxido de carbono. Tampoco sabemos si la adaptación será posible en las próximas décadas", en caso de que siga aumentando la acidificación del océano, afirma.
En la zona estudiada no hay crecimiento de coral, pero un poco más lejos hay un arrecife único con niveles de dióxido de carbono similares a lo que se prevé para las próximas décadas.
La coautora del estudio, Jodie Rummer, dijo por su parte que mientras el incremento de dióxido de carbono en el agua afectaba a la conducta, no parecía afectar a sus aptitudes físicas.
"Las tasas metabólicas de los peces de la zona estudiada eran las mismas que las de los peces de los arrecifes 'sanos' cercanos", declaró en un comunicado.
"Por lo tanto, parece que la futura acidificación del océano puede afectar la conducta de los peces de arrecife más que otros aspectos de su desempeño", agregó.
El estudio fue realizado conjuntamente por el Coral Centre of Excellence de la universidad James Cook, el Australian Institute of Marine Science, el Georgia Institute of Technology y la National Geographic Society.