Fue autora del primer Perfil Ambiental de Colombia, de la primera Estrategia Nacional de Biodiversidad y de varias contribuciones a la defensa de la biodiversidad biológica y cultural del país.
Se caracterizó por haber dedicado su vida a la protección de la naturaleza y de los derechos de las comunidades indígenas, campesinas y afrocolombianas.
Es considerada como una de las mujeres que más aportaron a la construcción de políticas ambientales y a la creación del Movimiento Nacional Ambiental. Desde el sector público y el privado trabajó como asesora de Colciencias, del Minambiente, del Instituto Von Humboldt, de las Corporaciones Autónomas Regionales, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Oxfam y numerosas organizaciones no gubernamentales.
Fue asesora del primer ministro ambiental, Manuel Rodríguez Becerra, y diseñó la primera Estrategia Nacional de Biodiversidad y el Primer Programa de Cooperación Internacional para el Medio Ambiente. Trazó, además, los lineamientos para la política de Aguas, Bosques y Biodiversidad, siendo asesora del ministro Juan Mayr.
Fue fundadora del Instituto de Gestión Ambiental (IGEA) y coordinó el equipo latinoamericano para la negociación internacional de los temas de acceso a recursos genéticos de los países andinos, el Protocolo de Cartagena sobre bioseguridad y transgénicos y la protección del conocimiento tradicional de las minorías.
Recopiló sus travesías en el libro Trópicos. “En los viajes de Diana hablan los niños, las mujeres, los hombres, pero también sus animales, sus plantas, los muertos, los objetos. Las casas. Las montañas y los raudales. Los árboles silvestres y los cultivos, la basura. Todo aquello que en esas extrañas conversaciones ecológicas que definen el mundo de hoy, se convierte en un paisaje, que como una sinfonía nos permite sentir la ebullición de la vida, a veces torrencial, a veces arisca, a veces plácida”, escribió Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldt.