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El gigante tecnológico Apple, la ONG Conservation International y comunidades colombianas se asociaron para proteger y restaurar el bosque de manglares de la Bahía de Cispatá, en el departamento caribeño de Córdoba, informó este lunes la compañía estadounidense. (Lea La destrucción del hielo de Groenlandia se aceleró 6 veces en medio siglo)
Este manglar, situado en la parte del municipio de San Antero en la que desemboca el río Sinú, tiene una extensión de 109 kilómetros cuadrados, y se espera que retenga un total de un millón de toneladas métricas de CO2 durante su vida útil. (Lea Crean la simulación más grande de un gen con mil millones de átomos)
"Estos bosques son una de las herramientas más importantes de la naturaleza en la batalla contra el cambio climático", aseguró la vicepresidenta de Medio Ambiente, Políticas e Iniciativas Sociales de Apple, Lisa Jackson, en un comunicado.
Los participantes en esta iniciativa destacaron que los manglares son "un salvavidas para las comunidades costeras de Colombia", ya que las protegen de las mareas y gracias a la diversidad de su flora y fauna "ofrecen alimento y suministro de madera para las familias".
Igualmente, cumplen una función de equilibrio ambiental ya que absorben el dióxido de carbono y, según estudios citados en la información, pueden almacenar hasta 10 veces más CO2 que los bosques terrestres.
Sin embargo, la supervivencia de los manglares está amenazada por las consecuencias de la actividad agrícola y el cambio climático.
"A nivel mundial, hemos perdido la mitad de los bosques de manglares del mundo desde la década de 1940, por lo que es hora de que comencemos a preservarlos y protegerlos", agregó Jackson al respecto.
Según un estudio del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) de 2017, los departamentos caribeños de La Guajira, Magdalena y Córdoba registraron más del 70 % de su área costera con algún grado de degradación por erosión.
Por su parte, Conservation International señaló que la destrucción o degradación de los manglares y otros ecosistemas costeros provoca la emisión a la atmósfera del carbono almacenado por siglos, por lo que se vuelven fuentes de gases de efecto invernadero.
Este manglar, situado en la parte del municipio de San Antero en la que desemboca el río Sinú, tiene una extensión de 109 kilómetros cuadrados, y se espera que retenga un total de un millón de toneladas métricas de CO2 durante su vida útil.
"Estos bosques son una de las herramientas más importantes de la naturaleza en la batalla contra el cambio climático", aseguró la vicepresidenta de Medio Ambiente, Políticas e Iniciativas Sociales de Apple, Lisa Jackson, en un comunicado.
Los participantes en esta iniciativa destacaron que los manglares son "un salvavidas para las comunidades costeras de Colombia", ya que las protegen de las mareas y gracias a la diversidad de su flora y fauna "ofrecen alimento y suministro de madera para las familias".
Igualmente, cumplen una función de equilibrio ambiental ya que absorben el dióxido de carbono y, según estudios citados en la información, pueden almacenar hasta 10 veces más CO2 que los bosques terrestres.
Sin embargo, la supervivencia de los manglares está amenazada por las consecuencias de la actividad agrícola y el cambio climático.
"A nivel mundial, hemos perdido la mitad de los bosques de manglares del mundo desde la década de 1940, por lo que es hora de que comencemos a preservarlos y protegerlos", agregó Jackson al respecto.
Según un estudio del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) de 2017, los departamentos caribeños de La Guajira, Magdalena y Córdoba registraron más del 70 % de su área costera con algún grado de degradación por erosión.
Por su parte, Conservation International señaló que la destrucción o degradación de los manglares y otros ecosistemas costeros provoca la emisión a la atmósfera del carbono almacenado por siglos, por lo que se vuelven fuentes de gases de efecto invernadero.