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Para tener una idea de cómo están las poblaciones de tiburones y rayas en el Pacífico, la Fundación MarViva realizó un estudio sobre comercio internacional. La investigación, que utilizó datos sobre importaciones y exportaciones desde 2005 a 2017, rastreó los códigos de los productos y subproductos que se comercializan en el mercado relacionados a estas especies. Los reportes, que reflejan discrepancias entre aduanas, indican que Colombia compra más esta mercancía de lo que vende a otros países. (Lea: Minambiente abre convocatoria para financiar proyectos de comunidades indígenas de la Amazonía)
El estudio, enfocado también en Costa Rica y Panamá, arrojó evidencias de la falta de manejo y controles para la importación y exportación de este recurso, empezando por el hecho de que las cuentas no cuadran. Por ejemplo, las exportaciones declaradas por Colombia suman un total de 317.974 kg de productos y subproductos de tiburón, que van rumbo principalmente a México, seguido de Panamá, Singapur y El Salvador. Pero al comparar las cifras reportadas ante aduanas en los destinos Hong Kong, Taiwán y China y las declaradas por las empresas exportadoras nacionales, "se evidencian fuertes discrepancias en los datos", sostuvo Erick Ross, quien coordinó el informe de la fundación.
Este vacío es notable en los volúmenes, la diferencia "va de un 67% en el 2014 a un 88% en el 2015”. Estos negocios, sin embargo, son reportados a medias. Si bien Japón declara haber comprado mercancía proveniente de Colombia, ninguna de las empresas colombianas que se dedican a esto reportó ventas con destino al país asiático. El asunto empeora al desconocer, por la falta de detalle de las partidas arancelarias, si se trata de aletas de tiburón o carne de especies que podrían estar en peligro de extinción.
En cuanto a lo declarado, lo que más vendió Colombia en el exterior fue carne de tiburón, ganando un total de US$416.360. El patrón de esas importaciones, a lo largo de los 12 años analizados en el estudio, reveló caída estimada en un 87,9%. Las importanciones, por el contrario, son más altas. Esto se debe a que la flota pesquera y las capturas no son suficientes para satisfacer la demanda interna de aceite, cartílago, cartílago de tiburón martillo, filete, tronco de tiburón, tronco de tiburón azul y tronco de tiburón martillo.
"Los productos de mayor importancia fueron el filete (4.116.249 kg por un valor de US$5.230.932) y el tronco de tiburón (3.806.642 kg por un valor de US$4.067.720). El caso del aceite de tiburón es interesante, pues este producto no fue importado por ninguno de los otros dos países incluidos en el estudio, Costa Rica y Panamá. El aceite de tiburón provino exclusivamente de Islandia, ingresando por vía aérea a través del aeropuerto de Bogotá". Así quedó consignado en la investigación, que usó datos ofrecidos por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).