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Científicos de la Universidad Nacional liderados por Santiago Jiménez, doctor en Ciencias de la Salud Animal, descubrieron cómo está compuesto el árbol genealógico de 38 jaguares que han habitado los zoológicos del país desde 1970. A partir de este descubrimiento, podrían garantizar la preservación de la especie e incrementar su diversidad genética en un plazo de 100 años.
Con anestesia y armados con pinzas, sacaron unos cuantos pelos y una muestra de sangre a los 38 jaguares, y con esto hicieron dos pruebas: una de ADN y otra de reproducción. Las muestras de sangre fueron procesadas en computadores especializados, usando la misma técnica que se usa para las pruebas de paternidad en humanos, así analizaron las secuencias de ADN heredadas por los padres. Por otro lado, el estudio reproductivo implicó analizar hormonas extraídas de las heces: estradiol y progesterona en las hembras, testosterona en los machos.
Así se elaboró el reporte más grande a la fecha sobre los vínculos familiares y la genética de estos felinos que solo en Colombia se reparten entre el Nudo de Paramillo, la Serranía de San Lucas, la Serranía de Perijá, la Sierra Nevada de Santa Marta, Chocó, Mesetas y Uribe en el Meta, el Parque Chiribiquete, la Serranía de los Picachos, Tinigua y Macarena y en el Amazonas.
¿Cómo salvar jaguares?
Los jaguares están amenazados por la deforestación, los cultivos ilícitos, la expansión de la frontera agrícola y la cacería indiscriminada. De hecho, en América apenas quedan 64.000 especímenes y 34 familias poblacionales de las cuales 33 están en peligro de extinción, según la Universidad Autónoma de México. Según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN), esta especie está en estado de Casi Amenazada.
Con los datos recogidos en la investigación, además de los nuevos conocimientos sobre sus hábitos reproductivos (como el hecho que de abril a septiembre es la época reproductiva de las hembras) es posible ayudar a conservar la especie a través de inseminación artificial, extrayendo el semen del jaguar macho e inseminando hembras silvestres, entre otras opciones.
Para que el plan de manejo poblacional funcione y se mantenga en el tiempo, son necesarios 40 jaguares y tres parejas estables, sin parentesco. De esta manera, podría nacer 1.5 jaguares más al año y el crecimiento poblacional podía aumentar. Si se incrementa el índice de diversidad genética, la especie puede continuar su linaje.
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Si se hace un control poblacional y reproductivo como este, el 90 % de la diversidad genética original se mantendría en un plazo de 100 años. De lo contrario, en el mismo lapso solo se garantizaría una conservación del 6,3 % de la diversidad genética.
*La información corresponde a la tesis doctoral de Santiago Jiménez González.