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Latas de atún usadas, cartones de leche vacíos, envases de vidrio o periódicos viejos acumulados en casa se pueden canjear en Costa Rica por jugos, chocolates, zapatos o libros.
Un programa de intercambio busca estimular el reciclaje en un país poco adepto a valorizar los desechos, al canjearlos por una moneda virtual que permite hacer compras en comercios asociados a la iniciativa.
"Por lo general se ve el reciclaje como un tema ambiental, nosotros lo estamos viendo como un tema económico, de gestión correcta de materia prima", comentó a AFP Karla Chaves, directora del programa Ecolones.
El nombre de la iniciativa es una variación del nombre de la moneda costarricense, el colón, como si fuera un colón ecológico.
La iniciativa llamó la atención en otros países latinoamericanos, que pidieron lanzar programas similares.
"Lo que se está desechando después de consumir un producto es materia prima, es plástico, es hojalata, y tiene un valor", agregó Chaves.
Desde ese punto de vista, consideró que el manejo de desechos se convierte en un problema ambiental cuando no se ha hecho bien la parte económica de valorizar los desechos.
El incentivo de otorgar ecolones a quien recicla "es una forma natural de corresponder a una lógica de economía circular: reincorporar estos materiales con participación ciudadana, y para que la persona se enganche, gana algo, gana una moneda virtual que funciona como cualquier programa de mercadeo".
El catálogo de canje incluye desde alimentos y bebidas, servicios para el vehículo, tratamientos dentales u hospedaje en hoteles.
Para obtener la moneda virtual, los materiales reciclables deben ir secos, limpios y separados, y ser entregados en alguno de los más de 100 centros de acopio, o en la "ecoMóvil", un camión que funciona como centro de acopio ambulante.
- Nueva cultura -
Costa Rica cuenta con una normativa legal robusta para el manejo de desechos sólidos, con una ley específica desde 2010 que contempla el manejo de todo tipo de residuos.
Adicionalmente, en 2016 el gobierno lanzó una estrategia para la separación, recuperación y valorización de los residuos, bajo el cual se extendió la instalación en las aceras de recipientes de colores diferenciados para recibir materiales reciclables.
Sin embargo, la cultura del reciclaje ha tardado en calar en la mentalidad de los costarricenses, que muchas veces usan los recipientes como basureros ordinarios.
El país, que se precia de sus políticas ambientales, genera a diario 4.000 toneladas de desechos y solo 1% se recicla. Datos de Ecolones indican que 80% de los residuos que van a los rellenos sanitarios pueden ser valorizados.
Chaves considera que la población poco a poco ha ido incorporando el hábito de separar sus residuos para reciclarlos, aunque admitió que está lejos de alcanzar todo su potencial.
Ecolones comenzó a funcionar en abril y desde entonces registró a 42.500 usuarios, algunos de los cuales son familias, escuelas o empresas, por lo que el número de usuarios es mucho mayor.
Al menos la mitad de los registrados ya han canjeado residuos por ecolones, y cada vez llevan más material para reciclar.
La iniciativa llamó la atención en otros países que pidieron al proyecto costarricense que lanzara programas similares.
Chaves indicó que la primera experiencia internacional se dará en Panamá, donde un programa similar a Ecolones será lanzado en enero durante la Jornada Mundial de la Juventud, una masiva congregación católica con presencia del papa Francisco.
En los meses siguientes también espera poner a funcionar programas de reciclaje con canje en Guatemala y Perú, anunció Chaves.