Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El trabajo publicado en Nature Scientific Reports demostró que el polvo de carbón puede causar la muerte de corales en tan sólo cuatro semanas y reducir el crecimiento de peces y plantas marinas.
En el caso de los peces y las plantas marinas, el polvo de carbón causa la muerte de algunos ejemplares, pero “principalmente reduce su crecimiento en la mitad comparado a las condiciones que se presentan en aguas limpias”, anotó Kathryn Berry, líder de esta investigación, en un comunicado emitido por la Universidad James Cook, de Australia.
Para demostrar la relación tóxica entre el polvillo de carbón y la vida marina, los investigadores australianos eligieron una especie de coral (Acropora tenuis), una especie de pez (Acanthochromis polyacanthusand) y un alga marina (Halodule uninervis) para luego exponerlos a diferentes concentraciones de polvo de carbón suspendido en agua. La relación entre el crecimiento de las especies fue inversamente proporcional a la concentración de carbón.
“Esta investigación provee nuevas pistas sobre los impactos directos del carbón en ecosistemas tropicales, que pueden ser usadas para el manejo de riesgos asociados al transporte de carbón”, concluyeron los autores.
El polvillo de carbón, como lo han atestiguado durante décadas los habitantes de la bahía de Santa Marta, entra en los ecosistemas marinos desde instalaciones de carga y almacenamiento por acción del viento o cuando es arrastrado al océano durante su transporte.
En el caso colombiano también han sido frecuentes los accidentes por el volcamiento de barcazas en el mar, el principal método de embarque durante décadas. El último episodio que llamó la atención de los medios de comunicación ocurrió en enero de 2014, cuando una barcaza que transportaba carbón de la empresa Drummond estuvo a punto de hundirse y los funcionarios descargaron el mineral en el mar. Las empresas de carbón se han defendido bajo el argumento de que el carbón es una sustancia neutra que no provoca contaminación. El estudio de Berry y su equipo contradice esa posición.
El trabajo también recordó grandes accidentes que han puesto en peligro la vida marina. Uno de ellos fue el buque de carga MV Smart, que llevaba 140.000 toneladas de carbón y que se rompió en aguas sudafricanas en 2013. Otro caso fue el del buque Shen Neng 1, con 60.000 toneladas de este mineral, que naufragó en 2010 en la Gran Barrera de Coral.
“Los riesgos a la Gran Barrera de Coral que suponen los grandes derrames de carbón dependen de las probabilidades de que ocurra un accidente y los potenciales impactos a la vida marina”, dijo otro de los autores, Andrew Negri, del Instituto Australiano de Ciencias Marinas, a la agencia EFE.