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Hace dos meses, el fotógrafo Justin Hofman captó una escena que en pocos segundos se volvió viral. La trágica imagen que tomó en el mar de Indonesia mostraba un caballito de mar aferrando por la cola un copito de algodón mientras una corriente de basura lo rodeaba. “¿Qué tipo de futuro estamos creando?”, se preguntó el fotógrafo en su publicación en Instagram. (Lea también: La trágica imagen que muestra la contaminación del mar)
Que el mundo se esté sofocando en plástico no es algo nuevo. Sin embargo, las cifras e imágenes se han hecho cada vez más alarmantes: cada año llegan al mar 8 millones de toneladas de plástico y se estima que para el año 2050 el peso de todo el plástico de los océanos superará el de todos los peces que viven en este. Por esto, la revista Science publicó un especial en el que expertos analizan cuáles son las posibilidades que la ciencia empieza a barajar para poder deshacernos del plástico –por lo menos del plástico tal cual lo conocemos–.
Aunque la mayor atención se ha dirigido a reducir el uso de bolsas plásticas y pitillos, con este material la cosa no es tan sencilla. Hablar de plásticos es abrirse a un mundo de posibilidades químicas en el que existen distintos tipos de polímeros, es decir, cadenas de moléculas que se forman y actúan distinto según la temperatura, el nivel de oxígeno y con lo qué están mezclados. Existen los tereftalatos de polietileno (PET) y los conocidos polietilenos, pero también el poliisopreno y el estireno, con el que se crean los cauchos. Por esta razón se debe pensar en varias vías. La revista Science propone tres.
La promesa de plásticos a partir de plantas
Los plásticos como los conocemos se crean de compuestos derivados del petróleo. Pero afortunadamente varios investigadores del mundo empiezan a explorar cómo crear plásticos a partir de productos vegetales, como la celulosa, los aceites y la lignina. Incluso, científicos de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, lograron crear plásticos a partir de dióxido de carbono.
Reciclar sin necesidad de separar
Uno de los mayores retos del reciclaje de plástico es que la técnica más utilizada para lograr reutilizarlos, conocida como reciclaje mecánico, necesita que los distintos tipos de plástico no estén mezclados entre sí. Es más, sólo los PET y los polietilenos, que representan entre el 9 y el 37 % del plástico que se produce mundialmente, pueden ser reutilizados así. La buena noticia es que los científicos ya están creando “compatibilizadores”: polímeros que están diseñados para adaptarse a distintas mezclas de plástico.
Plásticos que se degraden
A pesar de que es probable que en nuestras manos hayan caído vasos o botellas de plástico que dicen ser “compostables”, los expertos no se cansarán de recordar que estos objetos sólo son biodegradables en ambientes adecuados. No basta con tirarlos en tierra, sin más. El reto, además, es encontrar plásticos que efectivamente se degraden en el mar, a dónde va a parar muchísimo de lo que desechamos.