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Los voraces incendios que han calcinado cerca de 50.000 kilómetros cuadrados de bosque en Australia continúan. Hasta la fecha se calcula que la mitad de la población de koalas del mundo murió calcinada en los incendios, y se calcula que unos 480 millones de animales han sido víctimas del fuego. 24 personas, la mayoría bomberos, han perdido la vida y millones de australianos han sido evacuados.
Este domingo cayó una obre la zona de la emergenciadando un breve alivio a los cuerpos de bomberos, la mayoría voluntarios, que trabajan desde hace dos semanas para apagar las llamas.
Sin embargo, los cuerpos de bomberos advirtieron que la lluvia ligera no sería rival para los casi 200 incendios que continúan activos en la región. "Ciertamente es un respiro bienvenido, es un alivio psicológico si no es otra cosa", dijo el comisionado del Servicio de Bomberos Rurales del estado de Nueva Gales del Sur (NSW) Shane Fitzsimmons, a la BBC.
Un esfuerzo militar y policial a gran escala continuó el domingo para proporcionar suministros y evacuar a miles de personas que han estado atrapadas durante días en las ciudades costeras por los incendios. Los bomberos dijeron que se esperaba que las temperaturas volvieran a subir durante la semana y que el próximo gran punto crítico llegaría el jueves, pero que era demasiado pronto para evaluar la probable gravedad de la amenaza.