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El conocimiento tradicional de los pueblos indígenas puede ayudar a mapear y monitorear los cambios ecológicos y mejorar los estudios científicos. Eso asegura un estudio publicado en el Journal of Applied Ecology, que muestra la importancia del conocimiento indígena y local para monitorear los cambios del ecosistema y gestionar los ecosistemas.
El equipo de la Universidad Rutgers (Nueva Jersey, Estados Unidos) recolectó más de 300 indicadores desarrollados por pueblos indígenas para monitorear el cambio del ecosistema, y la mayoría reveló tendencias negativas, como el aumento de especies invasoras o cambios en la salud de los animales salvajes. En resumen, el conocimiento local influye en las decisiones sobre dónde y cómo cazar, beneficia el manejo del ecosistema y es importante para el monitoreo científico a escala global.
“Los científicos y las comunidades indígenas que trabajan juntas son necesarios para comprender nuestro mundo que cambia rápidamente”, dijo la autora principal Pamela McElwee, profesora asociada en el Departamento de Ecología Humana en la Facultad de Ciencias Ambientales y Biológicas de la Universidad de Rutgers-New Brunswick, a Science News. “Muchos pueblos indígenas tienen capacidades únicas para notar la alteración de los ecosistemas ante sus ojos mediante el uso de indicadores locales, como el color de la grasa en las presas cazadas o los cambios en los tipos de especies que se encuentran juntos. Los científicos no podrían realizar este tipo de observaciones sobre el a largo plazo por muchas razones, incluidos los costos y la lejanía de algunas áreas. Por lo tanto, el conocimiento indígena es absolutamente esencial para comprender los impactos acumulativos de la pérdida de biodiversidad y la degradación del ecosistema”.
El estudio sigue el Informe de Evaluación Global sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas publicado el año pasado por la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas. Ese informe fue la primera evaluación ecológica global en utilizar el conocimiento indígena y local como fuente de evidencia.
El nuevo estudio, realizado por investigadores que hicieron parte de la evaluación global, proporciona antecedentes sobre cómo el informe aprovechó los sistemas de conocimiento indígena y las lecciones aprendidas. Trabajar con estas fuentes locales de información en investigación ecológica y en gestión requiere un enfoque deliberado desde el principio, recursos adicionales y compromiso con las partes interesadas que reflejan diversas visiones del mundo. “La asociación con los pueblos indígenas puede ayudar a los científicos e investigadores a comprender cómo los sistemas naturales y culturales se afectan entre sí, identificar tendencias a través de diversos indicadores y mejorar los objetivos y políticas de desarrollo sostenible para todos”, dijo la investigadora.