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El pasado miércoles, cuando el presidente Juan Manuel Santos hizo la promesa de ampliar un millón 500.000 hectáreas del Parque Nacional Serranía del Chiribiquete, se encontró con uno de los múltiples focos de deforestación que azotan la Amazonía colombiana en su sobrevuelo por la Amazonía. En la foto que colgó en su twitter, se ve una humareda sobre el Guaviare. Así le ordenó al Ministro de Ambiente, Luis G. Murillo, que regresara con el Ministerio de Defensa y la Fiscalía para controlar los “brotes de deforestación”.
Esos “brotes” fueron captados por tres satélites, Sentinel-1, Sentinel-2 y MODIS TERRA/AQUA, y analizados por el equipo de expertos del Ideam encargados del Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono. De acuerdo con su más reciente reporte de alertas tempranas de deforestación, de 25 municipios reportados, 13 son amazónicos. San José del Guaviare representó el 3.6% del total.
La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte y Oriente Amazónico, Guainía, Guaviare y Vaupés (CDA) reportó cerca de 20 casos puntuales de deforestación, donde se necesita actuación del aparato judicial, y con base en la información que el IDEAM publicó ayer, la cifra asciende a 90 casos. En este momento, el Guaviare es el departamento con más puntos de calor de Colombia, con 612 fuegos activos (o incendios iguales o mayores a una hectárea, que probablemente sean pastizales quemados por colonos para renovar el suelo para el ganado, o para expandir la frontera agropecuaria). Lea también: Alerta por deforestación
Tras realizar un sobrevuelo e instalarse un puesto de mando unificado, este viernes autoridades del Gobierno Nacional y locales, encabezadas por esas dos carteras, instalaron en San José del Guaviare la Mesa de mando unificado para atender el incendio de la serranía La Lindosa, en el Distrito de Manejo Integrado entre el río Ariari y Guayabero para ordenar un plan de choque.
El río Guayabero, justo en el límite entre Meta y Guaviare, ha sido un común denominador en los grandes incendios forestales de las últimas semanas en la Amazonía, y en consecuencia, en la deforestación de ese departamento. La más reciente quemazón fue también en el Distrito de Manejo Integrado, en la Serranía de la Macarena. Durante casi 10 días, se quemaron 1.035 hectáreas y algo más de 100 de bosque nativo. Según los organismos de socorro que atendieron la emergencia, los fuegos comenzaron en una finca al margen de ese río.
¿Qué pasa en el Guaviare?
Como le contó la profesora Dolors Armenteras, experta en fuegos de la Univeridad Nacional a El Espectador, la deforestación con uso de fuego tiene más que ver con el acaparamiento de tierras que con la ganadería y los pastos. Un estudio realizado por su equipo en 2012 determinó que los precios de la ganadería en San José del Guaviare, que hoy es uno de los focos de deforestación identificados por el IDEAM, no subían, mientras que la frontera agropecuaria seguía expandiéndose. Por eso, la teoría que planteó en ese entonces, que la tierra se está quemando para la especulación de tierras, sobre todo en el Guaviare, ha ganado fuerza en los últimos años. (Lea también: La catalana que estudia los incendios forestales en Colombia)
Pero los incendios forestales son solo la contingencia. La verdadera emergencia es la deforestación. De acuerdo con el informe del IDEAM, en este departamento el mayor impulsor de este fenómeno es la Marginal de la Selva, una carretera que recortaría los 381 kilómetros entre San Vicente del Caguán y San José del Guaviare. Y según La Silla Vacía, aunque el Gobierno aún no ha licitado su construcción, el trazado se conoce y su zona de influencia y sus desastrosos efectos para los bosques amazónicos.
Deforestación y fuego, una vieja emergencia
Según le ordenó Santos al Ministerio de Ambiente (y según informa esa cartera) se han movilizado 40 bomberos del Casanare, 10 de San José del Guaviare que ya están en la zona para combatir las llamas en la Serranía de la Lindosa. (Lea también: El Arca de Noé, así es la biodiversidad inexplorada de La Lindosa)
También entró a la zona la directora Nacional de Fiscalías para Derechos Humanos y Ambiente, Stella Sánchez, y un grupo de otros cinco fiscales y 100 efectivos de la Policía Judicial para el control de la deforestación y delitos ambientales. También llegaron a la zona funcionarios del Consejo Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres (CDGRD) del Guaviare, la Fuerza Pública, representantes de la Agencia Nacional de Tierras y Visión Amazonía”, afirmó Murillo.
Tras este despliegue de fuerzas hay un intento por judicializar a quienes están deforestando, y en este caso, haciendo quemas (que además elevan las emisiones de carbono de Colombia porque liberan CO2 a la atmósfera, sobre todo los árboles amazónicos, como los que se están quemando en las selvas del Guaviare).
Por esta época de quemazón, pero el año pasado, el Ministerio de Ambiente le solicitó a la Fiscalía que investigue presuntos delitos de carácter ambiental por la deforestación especulativa en departamentos del centro y el sur del país, algunos de ellos de la región amazónica.
Esto después de la publicación del preocupante primer informe trimestral de deforestación del IDEAM, en el que se advierte que Colombia perdió 178.597 hectáreas de bosque, el 34% en los departamentos de Meta, Guaviare, Caquetá y Putumayo, en 2016. De acuerdo con una fuente de la Unidad de Gestión del Riesgo –que coordina los bomberos que han entrado a sofocar las llamas y a determinar dónde se originan los incendios– es muy difícil judicializar a alguien porque hay que cogerlo in fraganti.
El Código Penal colombiano contempla penas desde 10 hasta 200 salarios mínimos vigentes (entre $7 y 56 millones) y prisión de 1 a 8 años. En cuando al aprovechamiento de recursos naturales, se enfrentan a multas de hasta 35.000 salarios mínimos y a 48-108 años de cárcel.
De acuerdo con el funcionario, en sus dos años en gestión del Riesgo no ha conocido el primer caso de judicialización, ni por incendios ni por deforestación. “Esperamos que la Fiscalía pueda tener pronto respuestas y judicializar a los responsables”, dijo el Ministro.
El ministro Murillo destacó que en un trabajo articulado entre las entidades del orden nacional, la fuerza pública y la Fiscalía para controlar la deforestación en esta región se creó un plan de choque que ya se presentó en San José del Guaviare. También se realizó una sesión de la Coordinación Regional de control de la deforestación, que es una nueva figura que se organizó bajo la Comisión Intersectorial de Control a la Deforestación a nivel nacional, y se han llevado a cabo reuniones de inteligencia para saber cómo se están comportando las diferentes redes criminales en el departamento del Guaviare.