Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Tianxiang es una pequeña localidad de Taiwán. Está cerca del Parque Nacional Taroko, uno de los territorios más turísticos y atractivos de ese país. El pasado lunes fue noticia porque algo inusual sucedió. La temperatura sobrepasó los límites esperados: llegó a 40.3 grados Celsius, sumándose a una lista de anomalías climáticas que tiene alertados a los científicos. (Vea en imágenes cómo están desapareciendo los nevados de Colombia)
Los diferentes eventos presentados en distintos puntos del planeta han creado un poco de desconcierto. Además de la intensa ola de calor que se ha presentado en Norte América y que ha causado más de 50 muertos en Canadá, en el desierto del Sahara se presentó el pico más alto medido de manera confiable: 51,3 ˚C. (Lea: Capturan en un video rompimiento de un enorme glaciar)
En Omán, en Oriente Medio, también se había registrado un récord hace más de una semana. La temperatura no bajó de los 42,6 ˚C durante las 24 horas. Es la primera vez que la temperatura nocturna se mantiene tan alta, cuando lo usual es que disminuya. En Los Ángeles (Estados Unidos) hubo un fenómeno similar: un récord de 26,1 ˚C (en horas de la noche).
De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés), estos registros son inusuales porque no concuerdan con lo que se suele presentar durante el fenómeno de La Niña, que generalmente está asociado con el enfriamientos.
“Los primeros seis meses del año han mostrado La Niña más caliente que se ha registrado”, le dijo al diario inglés The Guardian Clare Nullis, de la WMO.
Otro par de datos refuerzan el desconcierto: la ola de calor hizo que se presentara una escasez de energía en California (EE.UU.). Las temperaturas, que llegaron a hasta 48.9 ˚C, condujeron a un incremento en el uso de aire acondicionado.
En Rusia, además, más de 80 mil hectáreas de bosque han sido afectadas por intensos incendios en la región de Krasnoyarsk. Las anomalías de 7 grados por encima del promedio avivaron las llamas. Y en Gran Bretaña, la ola de calor se posicionó como la tercera más larga que se ha presentado en la historia (19 días).
Como advirtió a The Guardian Paolo Ruti, de la OMM, es difícil atribuir estas anomalías al cambio climático, pero, a su parecer, lo que está sucediendo está alineado con las predicciones que muestran cómo el aumento de emisiones afectará el clima.