7 destinos para disfrutar del turismo rural comunitario en Colombia

Turismo rural comunitario en Colombia.

Foto: Turismo rural comunitario en Colombia

Según el Informe de Impacto Económico del WTTC, durante 2019 el sector de viajes y turismo fue responsable de uno de cada 10 puestos de trabajo (330 millones en total), lo que hizo una contribución del 10.3 % al PIB mundial y generó uno de cada cuatro nuevos puestos de trabajo. En el caso de Colombia, el turismo aporta 4.9 por ciento del PIB nacional. El turismo es un proveedor principal de empleo y oportunidades.

“En todo el mundo, el turismo empodera a las comunidades rurales, ofreciendo empleo y oportunidades, sobre todo para las mujeres y los jóvenes. También permite a las comunidades rurales celebrar su excepcional patrimonio cultural y sus tradiciones, es un sector vital para salvaguardar los hábitats y las especies en peligro. Este Día Mundial del Turismo es una ocasión para reconocer el papel que el turismo desempeña fuera de las grandes ciudades y su capacidad de construir un futuro mejor para todos”, dijo el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili.

Este año, el Día Mundial llega en medio de la crisis más grande que ha tenido el sector en toda la historia, sin embargo, estos meses también han servido para repensar los destinos y la forma cómo viajamos; por eso, es un día que llena de esperanzas al sector, que desde este mes volvió abrir sus puertas y cada día intenta transmitir confianza a todos los que quieran recorrer el país.

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“En este momento la importancia del turismo comunitario en el país radica en que nos da la posibilidad de expresar la cultura, las tradiciones y las narrativas que se manejan en cada territorio, a través de un producto organizado y coordinado por las comunidades, y que permite generar desarrollo”, asegura Davis A. Ruiz, vicepresidente de la Red Nacional de Turismo Comunitario.

En Colombia hay decenas de opciones para hacer este tipo de turismo, estas son siete de las alternativas en diferentes zonas del país.

1. Laguna de la Cocha, Nariño

El objetivo de CochaTour es diversificar la oferta turística de la Laguna de La Cocha a través de la implementación de rutas turísticas competitivas.

Fue creada el 10 de julio de 2014 por iniciativa de los habitantes de la vereda Santa Clara, la cual se encuentra ubicada a 4 kilómetros del corregimiento de El Encano y a 23 de Pasto. La laguna de la Cocha es un lugar de importante biodiversidad, cuenta con el Parque Natural Nacional Isla la Corota y es considerado a nivel mundial como humedal Ramsar. La laguna de la Cocha se encuentra a una altura de 2.280 m.s.n.m. y maneja una temperatura promedio entre 3 y 15 grados centígrados.

Cochatour se crea con el objetivo de trabajar en red alrededor de las diferentes manifestaciones culturales y turísticas que ofrece la zona a través de una estrategia de turismo comunitario que posibilite conservar las tradiciones y prácticas rurales, y a la vez generar ingresos y empleo a la comunidad.

Entre los servicios turísticos que presta la asociación se encuentran: ciclomontañismo, senderismo y caminatas ecológicas, avistamiento de aves, experiencias agroecológicas de educación ambiental, medicina tradicional, pesca recreativa, servicio de hospedaje y gastronomía tradicional alrededor del lugar considerado como un importante centro energético de la tierra.

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El área de intervención de la iniciativa se concentra en el camino de las veredas del oriente, iniciando sus acciones en Santa Clara y Santa Rosa con extensión a Santa Teresita y Mojondinoy.

Hasta los años 40´s la vereda Santa Clara se dedicaba netamente al oficio de la agricultura y tala de bosques para la obtención de carbón vegetal. Con la construcción del hotel Sindamanoy, debido a su ubicación geográfica, la población ubicada en la vereda detectó un potencial para la recepción de turistas en esta zona. Posteriormente con la construcción del Chalet Suizo (Guamuez), se empieza a crear una oferta turística ya que se incorpora el paseo en lancha como atractivo turístico, además de impulsar la gastronomía de la región por medio de estos lugares.

A partir de los años 90´s los habitantes de la vereda Santa Clara son quienes se encargan del transporte de los turistas en la laguna, ya que eran las personas del puerto quienes se encargaban de este servicio. Por esta razón se ve un interés en adquirir lanchas, anzuelos, cucharillas y demás elementos que propician la pesca deportiva como una alternativa adicional al paseo en lancha.

2. Bocagrande, Tumaco, Nariño

Asobocagrande es una organización comunitaria dedicada al ecoturismo rural y comunitario en la vereda Bocagrande, en Tumaco, Nariño. Con ellos podrá descubrir todos los tesoros del Pacífico colombiano, su biodiversidad, gastronomía y cultura, con anfitriones locales que respetan los recursos naturales y humanos.

Los sonidos suaves y sonoros de la marimba, la brisa del mar Pacífico, el olor de los mariscos frescos y las sonrisas de sus habitantes son las imágenes que acompañan un viaje lleno de sorpresas y emociones.

Entre los servicios que ofrece Asobocagrande está el avistamiento de aves y de ballenas.

3. Nuquí, Chocó

La Etnoaldea KIPARA TE, en la comunidad indígena de Boca de Jagua, Nuquí, ofrece una completa oferta de turismo de naturaleza a través de su hospedaje y la posibilidad de tener una experiencia vivencial responsable con indígenas Embera.

Entre las actividades que ofrecen están las danzas y pintura sagrada de la Jagua, entre otras experiencias de aprendizaje y entendimiento cultural; aventuras en la selva, historia sobre la creación del hombre y la formación del Universo por Ankore (dios creador), encuentro con la naturaleza en sitios sagrados y gastronomía tradicional.

Según la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) en los indígenas Embera se presentan diferencias culturales debido al medio en el que viven, entonces están constituidos en dos grandes grupos: Dobida y Eyabida.

Los Dobida son la gente cuyo modo de vida gira en torno al río: sus casas y huertos están a orillas del río, la pesca es una actividad permanente, ellos emplean la pintura facial y corporal como una de las manifestaciones más importantes de su cultura; y representa y comunica actitudes sociales que se generan a partir del individuo hacia la colectividad y viceversa.

4. Gachalá, Cundinamarca

CORGACHALA es una organización turística comunitaria, que nace en noviembre del año 2013, como necesidad de convertir el turismo de naturaleza de la región del Guavio y en especial del municipio Gachalá en una alternativa de desarrollo.

Su misión es fortalecer el desarrollo sostenible de las comunidades, prestando servicios de alta calidad y competitividad e incrementando el número de turistas que visitan la Región.

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Los pilares de la Corporación Ecoturística De Gachalá son: motivación, capacitación, legalización, promoción, certificación, proyectos y trabajo comunitario.

5. Leticia, Amazonas

La Asociación Intercomunitaria Painü está conformada por jóvenes y líderes de las comunidades Indígenas San Sebastián, Castañal y la Playa, de la Amazonia colombiana, que iniciaron una organización de apoyo social, económico y ambiental, en los Lagos Yahuarcaca, a través de turismo responsable y comunitario.

Desde 2010, veinte miembros que representan a las tres comunidades dan oportunidades a los jóvenes, fortalecen el manejo del territorio, generan espacios de educación ambiental y dan soporte económico para que sus familias puedan desarrollar actividades culturales y educativas.

Cada visitante da un aporte comunitario que es distribuido a las tres comunidades y un aporte al mantenimiento de la Asociación.

Algunas de las actividades que puede hacer con Painü es navegar en canoas típicas por la quebrada, bosques inundados y lagos, pescar de manera artesanal, disfrutar de coloridos atardeceres, entro otros.

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“En los lagos Yahuarcaca tenemos el tiempo de aguas altas y aguas bajas. De acuerdo a este calendario los indígenas que habitan sobre la ribera del Río Amazonas organizan sus actividades. En temporadas de lluvias cuando las aguas suben y se inundan los bosques es tiempo de mucha alegría, y bastante alimento para aves, animales, peces y humanos, debido a que comienzan a florecer los árboles y a dar sus frutos”, dice la Asociación.

“En la época de verano cuando las lluvias merman, en la superficie alta preparamos la chagra, se siembra la yuca, el plátano y también se busca las medicinas, las frutas y la leña. Es la oportunidad de caminar y tener productos del bosque. Nuestros lagos son dinámicos, así como nuestra vida alrededor de estos. Ellos nos ofrecen todo lo que necesitamos y queremos que con los visitantes y nuestras familias colaboremos en su protección”, añaden.

6. San José del Guaviare, Guaviare

Guaviare renace con el turismo. Este destino, reconocido mundialmente como uno de los lugares emergentes más atractivos para visitar, cuenta con decenas de opciones para disfrutar y comprobar la inmensidad de la naturaleza; y para hacerlo de forma responsable, Vigías del Patrimonio Cerro Azul, un grupo conformado por anfitriones de las veredas El Raudal, Cerro Azul y Caño Dorado, son una gran opción.

Entre los productos y servicios que ofrecen está el turismo arqueológico, avistamiento de aves, de primates y de otras especies de fauna; interpretación ambiental, senderos de plantas medicinales tradicionales indígenas, experiencia a partir de procesos de sustitución de cultivos ilícitos, elaboración de productos a partir de frutos amazónicos, pesca deportiva y gastronomía típica.

El líder de la iniciativa es Edilson Pinto, de la finca El Chontaduros, también hacen parte Víctor Caicedo, de Saberes Desanos; Flor Lozada Ruíz, de la finca El Diamante, Alexander Cifuentes, de la finca el Caladri; José Noé Rojas, de Cerro Pinturas; Heyder Peña, de la vereda Cerro Azul; y Leyder Pavon, de El Raudal.

7. Urumita, La Guajira

La Asociación de Mujeres Cafeteras del Perijá, es una asociación de mujeres campesinas caficultoras, las cuales pretenden identificar los recursos y actividades turísticas que se puedan desarrollar a partir de la articulación del café y el turismo.

Así mismo, hacer un acuerdo comunitario para el comportamiento de locales y visitantes en la zona, diseñar productos innovadores y competitivos y empoderar a cada familia para que desde su propia unidad de negocio pueda diferenciar su oferta, sin dejar de ser un proceso comunitario y colectivo de mucha relevancia en una zona afectada por el conflicto armado.