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Luis Fernando Trejos, profesor e investigador del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte, Barranquilla, reveló que tuvo que abandonar el país por señalamientos e intimidaciones en su contra.
El docente se pronunció en varias oportunidades a través de medios locales y nacionales sobre temas relacionados con el conflicto armado, el narcotráfico en la capital del Atlántico, la violencia y la inseguridad de los líderes sociales. A partir de estas denuncias Trejos se convirtió en blanco de amenazas, razón que lo motivó a partir de Colombia.
Según narró, a principios de diciembre ofreció una entrevista al diario El Tiempo en la que se referiría a la presencia del Clan del Golfo en Barranquilla. Para ese entonces los amedrentamientos tomaron fuerza.
En diálogo con El Heraldo, el hombre narró que el 5 de diciembre estaba en un evento académico en Cartagena y un sujeto se le acercó para comunicarle que su vida corría peligro por la información que estaba revelando. Sin embargo, los hostigamientos tienen su origen desde noviembre.
Sus jefes recibieron correos electrónicos por comentarios que el investigador hizo en una emisora nacional. Por eso, activó la ruta de protección e hizo la denuncia ante la Defensoría del Pueblo. Narra que la primera semana de enero lo contactó la Policía para conocer la situación e iniciar el trámite ante la Unidad Nacional de Protección. “Hasta el momento de mi salida del país no tuve ningún tipo de seguridad más allá de las medidas de autoprotección”, manifestó.
Qué ironía enterarnos de que @TrejosRosero tuvo que exiliarse, a pocos días de que la Nación fue condenada por la detención "injusta" de Alfredo Correa, docente e investigador como él, asesinado en 2004 luego del actuar "discriminatorio" y "prejuicioso" del DAS y la Fiscalía.
— Germán Corcho Tróchez (@GermanCorchoT) January 29, 2019
El tiempo que el académico estará por fuera del territorio es indefinido, pues al no recibir garantías de ningún tipo, aprovechó el apoyo que Uninorte le ofreció para irse por el bienestar de su familia y el suyo.
Además de su trabajo como docente e investigador, también era el director del Centro de Pensamiento UN Caribe. Tras 10 años de estudio entorno al conflicto en la Costa Caribe colombiana, decidió tomar una pausa.