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Hace un año, el Gobierno tuvo que buscar las herramientas con los estudiantes que se tomaron las calles para exigir más recursos para la educación pública superior. Desde entonces, el país ha continuado en marcha por diferentes motivos (profesores, sindicatos, indígenas, líderes sociales, paz) que parecen no ser resueltos a través de los diálogos y acuerdos llegados con el Ejecutivo.
Por eso, una vez más, la Central Unitaria de Trabajo (CUT) llamó a la movilización a favor de las marchas estudiantiles, convocadas el próximo 10 de octubre, así como un paro nacional el próximo 21 de noviembre en contra de la reforma pensional y laboral que estaría planeando el Gobierno.
Según el sindicato, la reforma laboral y pensional busca “establecer el trabajo por horas, el salario mínimo diferencial por regiones, eliminación de las horas extras, el pago de dominicales y festivos, la indemnización por despido entre otras y en lo pensional aumentos de la edad de pensión y la cotización, disminución de la tasa de retorno y lo peor, establecer para todos el sistema de ahorro individual eliminando la solidaridad, un Ministerio del Trabajo que atenta contra la estabilidad reforzada de los trabajadores enfermos”, se lee en el comunicado.
Al objetivo del paro, también se le suma la oposición a un artículo del Plan Nacional de Desarrollo sobre la creación del holding financiero internacional, “con el fin de privatizar el sector financiero público”.
“El remate del patrimonio público continúa con la venta del resto del 20% de las acciones de Ecopetrol, la subasta de ISA, la venta del oleoducto (Cenit), también de las electrificadoras estatales y todo activo en que el Estado tenga menos del 49% de propiedad. La errática política económica de estos gobiernos la pretenden subsanar con más de lo mismo, lo cual implica recortes en los gastos del Estado para atender las necesidades de educación y salud entre otras, así como imponer nuevos impuestos a la población y persistir en los tratados de libre comercio. Se agrega a esto el incumplimiento por parte del gobierno de los acuerdos firmados con los sindicatos estatales y Fecode”, resume el comunicado.
Además de las reformas y el holding financiero, la CUT llama a la movilización por la paz, por el cese de los asesinatos a líderes sociales y excombatientes de las Farc, además de la situación de Venezuela que, según el sindicato, es usada como cortina de humo para esconder lo que pasa en Colombia.
Por todo ello, la CUT señala que “aprobamos convocar a toda la nación y al pueblo a respaldar y participar el 10 de octubre en la gran jornada de movilización de los estudiantes universitarios que exigen el cumplimiento de los acuerdos firmados con el gobierno en diciembre de 2018. Seguidamente convocamos a la gran jornada nacional de protesta el 17 de octubre de todos los sectores sociales, para desembocar en la realización de un paro nacional el 21 de noviembre con el fin de derrotar las intenciones del gobierno de seguir destruyendo la nación, la paz, y los elementales derechos de los trabajadores y el pueblo”.