El pasado 3 de diciembre el líder indígena Miguel Tapí Rito fue asesinado en la zona del río Valle en Bahía Solano, Chocó. Desde ese momento las comunidades indígenas de El Brazo, Posamanza, Boro Boro y Bacurú Purrú se desplazaron de sus hogares debido a la preocupación por la falta de seguridad que hay en esta región del país.
Según los datos entregados por el alcalde del municipio, Ulmer Mosquera, se trata de 906 personas las que se encuentran desplazadas. De esta cifra, 200 son menores de edad. Desde la alcaldía designaron una institución educativa en el casco urbano del municipio para albergar a estas personas hasta que puedan volver a sus hogares.
La situación del municipio en materia de seguridad es complicada. Con este asesinato ya son 17 en lo que va corrido del año, según datos entregados por Mosquera. Tapí es el primer líder o defensor de Derechos Humanos asesinado en Bahía Solano en este 2020, según lo indica el informe del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
Sin embargo, esto no solo se queda en el municipio. En el departamento de Chocó se han registrado 19 asesinatos a líderes sociales, defensores de Derechos Humanos y firmantes del Acuerdo de paz durante este año. Esta región del país ha sido una de las más azotadas por la guerra. Actualmente esa zona es disputada por el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y el grupo paramilitar de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc).
Aunque la alcaldía confirma que por el momento ningún grupo armado ilegal se ha atribuido el asesinato, desde la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) aseguraron que los hechos fueron cometidos por las Agc. El Espectador habló con Ulmer Mosquera, alcalde de Bahía Solano, para profundizar sobre estos hechos y el futuro de los desplazados de las cuatro comunidades que sufren la inseguridad que hay en el municipio.
¿Cómo fue el asesinato del líder indígena Miguel Tapí?
Según las informaciones que tenemos, se presentaron cuatro hombres encapuchados en la comunidad indígena de El Brazo, llegaron hasta la vivienda de Miguel Tapí y lo invitaron a que los acompañara. Él los acompañó y horas después apareció degollado en la orilla del río.
¿Algún grupo armado se adjudicó el asesinato?
Hasta el momento ningún grupo armado se adjudicó el asesinato. Como le dije antes, la información que tenemos es que los asesinos iban encapuchados lo que hace muy difícil el reconocimiento de estas personas. Todavía no se sabe cuál fue el grupo armado al margen de la ley que lo asesinó.
¿Cuáles son los grupos armados que hacen presencia en Bahía Solano?
La dinámica de los grupos armados en Bahía Solano es la misma que existe a lo largo y ancho de la costa pacífica chocoana. Bahía Solano ocupa un lugar estratégico geográficamente por lo que está cerca a Panamá. Además está lleno de caminos ancestrales que lo comunican con el río Atrato. También es muy fácil llegar a Bojayá y a Riosucio. El municipio está conectado con una serie de caminos ancestrales que utilizan los indígenas para pasar del Atrato al Pacífico.
¿Qué se está haciendo desde los gobiernos municipal y departamental para mejorar la seguridad en la zona?
Nosotros hemos venido insistiendo y enviando comunicaciones desde hace varios meses recalcando que hace falta presencia del Gobierno nacional. No solamente se trata de aumentar el pie de fuerza de la Policía Nacional, sino que también hay que tomar medidas económicas con las cuales se le permita a los jóvenes alternativas laborales a través de proyectos productivos. Esta es la única forma de enviar un mensaje a la población de que es mejor estar del lado de la legalidad y no con estos grupos armados ilegales.
Bahía Solano presenta un alto índice de desocupación (más del 30%). A pesar de que tenemos la pesca, que es la base de nuestra economía, ésta se ha visto afectada durante todo el año por los problemas que trae consigo el coronavirus. Esta desocupación ha alentado a que la gente se vuelva parte de estos grupos ilegales y eso conlleva a que hoy por hoy en el municipio de Bahía Solano llevamos 17 asesinatos en el año, algo que nunca antes habíamos visto.
¿Cómo se está manejando el tema de las más de 900 personas desplazadas?
La administración municipal desde el momento que conoció los sucesos ha brindado el apoyo a la comunidad indígena y a la familia de Miguel Tapí. Hemos buscado las ayudas primarias de emergencia como la alimentación. A estas personas las ubicamos en una institución educativa, pero en ese sitio no están con las condiciones necesarias, en el sentido de que no tienen ni siquiera colchoneta, están durmiendo en el piso.
Además de esto, hay problemas con los protocolos de bioseguridad que no se están cumpliendo y esto significa que en cualquier momento se puede presentar un brote de coronavirus. También hemos ayudado con los kits de mercado, aseo y todos los elementos de bioseguridad porque si bien están en un lugar que los puede albergar, éste no cuenta con todas las medidas que les garantice la salud a todos ellos.
¿Cuáles son las condiciones de las comunidades indígenas para regresar a sus hogares?
Ellos están reclamando por los temas de seguridad y de territorio. El domingo tuve la oportunidad de ir junto con el personero y el comandante del batallón de Infantería de Marina de la zona hasta la institución educativa donde están y hablar con ellos. Pudimos darnos cuenta de que esta es una comunidad totalmente abandonada, los animales domésticos no tenían nada que comer, nunca había visto una soledad tan grande en el territorio.
¿En estos momentos hay presencia de la Fuerza Pública en la zona para controlar la seguridad?
En el municipio nosotros tenemos un batallón de infantería de marina que cubre también a Nuquí, Juradó y Bahía Solano, es decir todo el Pacífico norte. Alrededor de las comunidades indígenas de El Brazo, Bacurú Purrú, Boro Boro y Pozamansa ya hay presencia de infantes de marina. Además, en el corregimiento de El Valle donde están los indígenas hay un pelotón de infantes y también hay presencia de la Policía Nacional.