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El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) seccional Quindío le sigue la pista a la muerte por envenenamiento de más de un millón y medio de abejas en el corregimiento de Barcelona, municipio de Calarcá, Quindío, el pasado viernes 25 de septiembre. Desde el ICA fueron enviados dos profesionales para atender la emergencia: una profesional especializada de insumos y un médico veterinario del área pecuaria.
“Tomaron muestra de las abejas y de la miel. Esas muestras se enviaron a un laboratorio para analizarlas y establecer qué molécula química se encuentra, o el uso del agroquímico que ocasionó el envenenamiento. Desde el viernes comenzaron a realizar las visitas a los predios vecinos. Verificamos que los insumos que están en esos predios tengan registro ICA, número de lote, que la fecha de vencimiento no haya pasado y que los productos son comprados en almacenes con registro ICA”, explicó Jorge Hernán García, gerente de la entidad en Quindío.
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Para César Delgado, el apicultor que denunció los hechos, este es el peor envenenamiento de abejas que ha visto en los últimos años en el departamento, donde esporádicamente se registran casos similares. Se conoció que fueron envenenados tres apiarios, lo que dejó pérdidas mayores a los $50 millones, además del impacto medioambiental que trae consigo la muerte de las abejas.
Desde el ICA lideran una mesa apícola en protección de los polinizadores. Por esa razón, el viernes 2 de octubre habrá una reunión con la Corporación Autónoma del Quindío, la Procuraduría ambiental, los productores, y la Secretaría de Salud. “El envenenamiento de abejas está siendo una situación muy continua en el Quindío, que nosotros atendemos, pero tiene que ser una política de todas las entidades del departamento”, agregó García.
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