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El último día de septiembre de 1986 fue de escándalo periodístico. Los periódicos bogotanos El Tiempo y El Espectador revelaron los detalles de lo que era un secreto a voces: las relaciones de negocios que había tenido el favorito a convertirse en designado presidencial el senador Eduardo Mestre Sarmiento, con el narcotraficante Gilberto Rodríguez Orejuela. Los señalamientos se concentraron en nexos entre el político y el mafioso en el Banco de los Trabajadores y la Corporación Financiera de Boyacá. (Lea: Estas eran las noticias del 29 de septiembre de 1986)
En medio del revuelo político y judicial, Mestre Sarmiento se defendió diciendo que había conocido a Rodríguez Orejuela cuando este oficiaba como presidente de la junta directiva del Banco de los Trabajadores, cargo al cual había llegado con el visto bueno de la Superintendencia Bancaria. En cuanto a la empresa financiera Corfiboyacá, observó que fue un negocio legítimo con un comprador que para ese momento no tenía cuentas pendientes con la justicia colombiana. Desde ese día, la opción de Mestre se fue a pique. (Lea: Estas eran las noticias del 28 de septiembre de 1986)
El mes de septiembre cerró con la intervención del presidente Virgilio Barco en la cuadragésima primera asamblea anual del Fondo Monetario Internacional, ante la cual el primer mandatario habló claramente sobre la discusión que dominaba el panorama económico de América Latina en esos tiempos: la crisis de la deuda externa. Barco no solo pidió una baja sensible en las tasas de interés sino que dejó en claro que esa crisis estaba ensombreciendo el panorama de las economías del continente. (Lea: Estas eran las noticias del 27 de septiembre de 1986)
Por Redacción El Espectador
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