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Danna Sultana, modelo trans, y su pareja, Esteban Landrau, celebran por estos días el nacimiento de su primer hijo. Landrau, un hombre trans, dio a luz la semana pasada en Bayamon (Puerto Rico), de donde es oriundo. La noticia la dio a conocer la misma pareja que publicó emotivos mensajes en sus redes sociales. “Y llegaste a mi vida para enseñarme a amar sin condiciones”, escribió Danna Sultana en cuenta de Instagra, junto a una foto de la mano del bebé. (Diccionario LGBT+: ¿Sabes qué significa ser queer? | La Disidencia)
“El verdadero amor ha llegado a nuestras vidas. Ahora, a disfrutar cada momento a su lado (…), Papito Dios es grande y nos bendijo con la llegada de nuestro amado Ariel Landrau Perez. No hay como expresar el amor tan grande que sentimos por nuestro hijo Ariel. El verdadero amor a llegado a nuestras vidas. Ahora a disfrutar cada momento a su lado”, añadió Landrau, entrenador personal, en su cuenta de Instagram. (“Quiero ser”, el videoclip de La Disidencia para celebrar el Día del Orgullo LGBT+)
A través de un video publicado en YouTube, la pareja también contó que Esteban fue sometido a una césarea. “Me indujeron el parto, estuve casi 24 horas con dolores”, añadió Landrau, quien también agradeció a Sultana por estar a su lado durante su recuperación. En el canal de YouTube Danna Sultana, ambos compartieron sus seguidores los detalles del embarazo.
Danna Sultana y Esteban Landrau son personas trans y han hecho pública también su defensa por los derechos de esta población, en especial el derecho a la identidad de género. La identidad de género es la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente profundamente, que en el caso de Sultana y Landrau no correspondió con el sexo asignado al momento del nacimiento. Danna se identifica como una mujer y Esteban como un hombre. (¡Queremos la verdad! #JusticiaParaAlejandra | La Disidencia)
La identidad de género es considerada un derecho por el sistema de derechos humanos de las Américas y está ligada a otros derechos como la autonomía personal, el desarrollo personal y el derecho a establecer y desarrollar relaciones con otros seres humanos y con el mundo exterior. De acuerdo con la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), el derecho a la identidad no puede reducirse, confundirse, ni estar subordinado a uno u otro de los derechos que incluye, ni a la sumatoria de los mismos. Ciertamente el nombre, por ejemplo, es parte del derecho a la identidad, pero no es su único componente. La familia, como sucede en el caso de Danna Sultana y Esteban Landrau, en otro componente ligado al derecho a la identidad.
“La identidad de género y sexual se encuentra ligada al concepto de libertad, al derecho a la vida privada y a la posibilidad de todo ser humano de autodeterminarse y escoger libremente las opciones y circunstancias que le dan sentido a su existencia, conforme a sus propias convicciones. El reconocimiento de la identidad de género por el Estado resulta de vital importancia para garantizar el pleno goce de los derechos humanos de las personas trans, incluyendo la protección contra la violencia, tortura malos tratos, derecho a la salud, a la educación, empleo, vivienda, acceso a la seguridad social, así como el derecho a la libertad de expresión, y de asociación”, agregó la Corte IDH en una opinión consultiva sobre temas LGBT. (Pico y Género: 5 razones para prender alarmas | La Disidencia)
Además, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha recomendado a los Estados expedir, a quienes los soliciten, documentos legales de identidad que reflejen el género que prefiera la persona; de igual manera, facilitar el reconocimiento legal del género preferido por las personas trans y disponer lo necesario para que se vuelvan a expedir los documentos de identidad pertinentes con el género y el nombre preferidos, sin conculcar otros derechos humanos. En Colombia, las personas trans pueden cambiar su nombre en la cédula y el componente de género.