“Desde la Personería de Bahía Solano requerimos, nuevamente, al Gobierno nacional para que por favor agilicen el envío de ayudas humanitarias para atender a los más de 900 indígenas que se encuentran desplazados en este municipio. Hasta el momento no hemos recibido una sola ayuda”, afirmó Carlos Mario Cardona, personero de Bahía Solano. Esta situación se dio a raíz del asesinato del líder indígena Miguel Tapí el pasado 3 de diciembre.
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Después del homicidio, supuestamente cometido por actores armados ilegales de la zona, cuatro comunidades decidieron salir de sus hogares por miedo a más asesinatos. Desde ese momento la alcaldía del municipio usó como albergue para los más de 900 desplazados una institución educativa en el casco urbano del municipio.
El alcalde de Bahía Solano, Ulmer Mosquera, le dijo a El Espectador que las condiciones de salubridad de la escuela no son las mejores, además de que los indígenas están durmiendo en el suelo debido a la falta de implementos, entre ellos colchonetas.
“Se requiere con prontitud los kits de albergue, los indígenas están durmiendo en el suelo. Están en condiciones infrahumanas. De igual manera se requiere de carácter urgente se designe una brigada de salud para que preste atención a todas estas personas. Ya se están presentando brotes de enfermedades”, aseguró Cardona.
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Desde que se dio este desplazamiento una de las mayores preocupaciones de las autoridades locales era un posible brote de COVID-19 dentro de la comunidad. Por esta razón, también se está pidiendo ayuda para poder cumplir con las normas mínimas de bioseguridad y evitar así contagios masivos.