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Los miembros de la Autoridad Raizal de Providencia insistieron el sábado, en una nueva carta al Gobierno Nacional, en tener una reunión con el presidente Iván Duque Márquez para tener participación en la reconstrucción de la isla, devastada por el paso del huracán Iota.
“Le hemos enviado dos comunicaciones (23 y 25de noviembre) expresando las necesidades, solicitudes, preguntas y recomendaciones del pueblo raizal ante esta situación; así como propuestas de mecanismos para una participación efectiva de nuestra comunidad en los asuntos inmediatos, y de una ruta de concertación expedita para garantizar nuestro derecho a la consulta previa, libre e informada, en el plan de atención y reconstrucción que proponga el gobierno”, dice la más reciente comunicación.
En esa carta, Jenifer Bowie y Walwin Brown, miembros de la autoridad raizal de la isla, reconocen que ha habido unos primeros acercamientos con funcionarios del Gobierno Nacional, pero aseguran que aún no hay una respuesta oficial sobre las propuestas realizadas ni tampoco al llamado a una reunión este domingo, cuando el presidente Duque estará en la isla d San Andrés.
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“En momentos de zozobra, nuestra población se encuentra actuando instintivamente por sobrevivir. Esta situación genera una profunda vulnerabilidad que en muchas ocasiones significa que no podamos pensar con claridad la viabilidad y sostenibilidad de las decisiones tomadas por otros respecto a la atención de su situación. Estado que no debe ser aprovechado por el Gobierno, ni por actores privados para tomar decisiones, bajo el argumento de la emergencia”, dice la comunicación.
En diálogo con El Espectador, Jénnifer Bowie expresa que no desconoce los esfuerzos que hace el Gobierno para atender la situación de emergencia que dejó el huracán Iota en las islas y que es difícil hacer una consulta previa en estas condiciones, pero considera necesario que el Estado se siente con la comunidad raizal para concebir el futuro de Providencia.
“La isla quedó devastada, pero no podemos permitir que se llegue a imponer nada sin tomar en cuenta nuestra cultura y nuestra identidad. Somos una comunidad étnica, una reserva de biosfera. Somos especiales y por eso nuestra voz debe ser escuchada. Conocemos el esfuerzo que hace el Gobierno, pero cuando se entra a un territorio se debe escuchar a la comunidad”, comenta.
Para la Autoridad Raizal de Providencia, “este territorio insular es sagrado, su riqueza material, inmaterial, ecosistémica, paisajística es invaluable y reconocida mundialmente. No podemos entonces convertirla en un barrio de interés social con diminutas y calurosas casas prefabricadas (así sean muy seguras) y sin ninguna planeación ni proyección ni ordenamiento territorial étnicamente viable, sostenible y seguro. Además, la participación no se puede reducir a escoger entre tres diseños de casas que ustedes han decidido por nosotros”.
La propuesta de los raizales
Para la Autoridad Raizal de Providencia, debe haber acciones inmediatas, pero muchas de ellas transitorias. “Tenemos la oportunidad de que nuestro municipio se convierta en un referente mundial de buen vivir. Una sociedad realmente sostenible que cuida su cultura y su medio con energías limpias, sin combustibles fósiles, con espacios que garanticen nuestra soberanía alimentaria como tradicionalmente se hacía con los “family land” (patios con huertas caseras)”.
Entre esas opciones transitorias que se proponen está la generación de un banco de almacenamiento de materiales para que se adecuen las casas que quedaron con estructura o la instalación de casas prefabricadas para que sean habitadas por los habitantes mientras se reconstruye la isla. “Para la reconstrucción de Providencia y Santa Catalina, debe elaborarse un Plan concertado con la comunidad”, añaden.