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Hace aproximadamente dos años las plantas de manejo de residuos sólidos se presentaron como una solución “innovadora y de nuevas tecnologías” para la 'eterna' crisis de basuras de Bucaramanga y su área metropolitana. Desde ese entonces, el gobierno municipal le apostó a una supuesta mejor transformación de basura, evitando que tenga que ser enterrada como tradicionalmente se ha venido disponiendo.
Sin embargo, parece que este proyecto está a punto convertirse en un problema más para el ya colapsado Carrasco, basurero de la capital santandereana. Así lo advirtió este miércoles la Procuraduría General de la Nación, luego de identificar nuevas falencias en el pretendido proceso de contratación directa que adelanta la Empresa de Aseo de Bucaramanga (EMAB).
El Ministerio Público le advirtió al EMAB y al municipio (ver carta) que, tras vigilar de cerca las inquietudes sobre la adquisición de estas nuevas plantas, “no se conocen estudios previos, análisis del sector y soporte técnico que puedan justificar ambiental, técnica, jurídica y financieramente la contratación que se pretende celebrar". (Lea: Proceso sancionatorio a Terpel por vertimientos en caño de Barrancabermeja)
De acuerdo con Leandro Ramos, el delegado para la Vigilancia Preventiva de la Función Pública, este proceso tampoco se encuentra alineado con una política pública local de gestión de residuos sólidos (o en su defecto en el PGIRS) ni soportada en enfoques “técnicos e integrales”.
“En desarrollo de esta labor se realizó en la Procuraduría una reunión con la EMAB y la Alcaldía con el propósito de recibir respuestas. Sin embargo, estas no resultaron satisfactorias por no estar debidamente sustentadas”, indicó Ramos.
Según la Procuraduría, resulta “sorprendente” que se pretenda contratar el tratamiento de residuos sólidos mediante plantas sin la construcción previa de escenarios de proyección que conlleven, por ejemplo, a desarrollos piloto, escalables y autofinanciables por parte de la Empresa de Aseo de Bucaramanga.
Otra de las advertencias de esta entidad es que, en estos procesos de contratación directa que quiere realizar la EMAB, no están “claras, expresas y sólidamente establecidas las salvaguardas del patrimonio público”, por lo que ordenó iniciar un nuevo procedimiento que agote los requisitos establecidos en la ley y garantice la libre competencia.
“Con esto la Alcaldía y la EMAB descartan sin consideración la opción de convertirse en gestores directos de soluciones modernas y ambientales para la disposición final de residuos, que incluya la posibilidad de seleccionar, adquirir y hacer procesos de transferencia de tecnologías validadas”, se lee en el comunicado del ente de control.
Igualmente, dice la Procuraduría, la EMAB parece "eximirse" de la responsabilidad de la supervisión cuando expresó, en un pliego de condiciones, que no interferirán "en lo técnico, financiero, ambiental y operativo del proyecto", ya que esto “es del alcance exclusivo del contratista".
Por último, el ente de control agregó que estos proyectos no preveen planes de contingencia ante probables daños provocados por las toneladas de residuos sólidos que se disponen diariamente en El Carrasco.