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El problema del hacinamiento de las cárceles en el país se encuentra en un estado dramático. Un ejemplo de éste es la Cárcel Modelo, de Bucaramanga (Santander), que tiene una capacidad para 1.350 internos y en este momento cuenta con alrededor de 2.900. La situación se vuelve aún más crítica debido a que en las estaciones de la Policía, que cuentan con calabozos destinados para tener a los detenidos transitoriamente, se han convertido en un centro de reclusión permanente.
A raíz de la problemática, el procurador de Santander, Carlos Ramírez Hincapié, interpuso hace 15 días días una acción de tutela en la que argumentó que se estaban violentando los derechos de igualdad, dignidad humana e integridad física de la comunidad carcelaria, por lo que pidió el respeto de estos. La acción judicial fue respondida por el Juzgado Segundo Penal del Circuito, que ordenó al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) el traslado de más de 400 presos que están en las estaciones de Policía del Centro, el Álvarez, La Cumbre, Lebrija y Girón.
La Defensoría del Pueblo de Bucaramanga, en la última visita que realizó a las estaciones de la ciudad, encontró que el contacto físico es inevitable y que no hay espacio para la intimidad personal. Y que el promedio de permanencia en estos calabozos es de 6 a 7 meses, pero hay casos de hasta 12 meses.
Las estaciones que se encuentran en estado crítico son Centro, el Álvarez, La Cumbre, Lebrija y Girón. Siendo la del Norte la que presenta mayores problemas de hacinamiento. En esta hay 196 internos.
En un diálogo con El Espectador, la delgada encargada de la defensoría de Bucaramanga, Celina Mejía Carvajal, comentó que “la estación del Norte tiene 196, quienes están ubicados en lo que inicialmente se proyectó como un parqueadero. Hoy en día tienen amontonados a las detenidos, debido que allí solamente tienen dos calabozos”.
Por su parte, la Secretaría de Salud informó que en la estación del Centro hay 55 internos, distribuidos en una celda 3x3 mts para 20 internos sin punto sanitario y una de 5x5 metros con un servicio sanitario y regadera. Así mismo halló que no cuenta con puntos sanitarios adecuados. Debido a esta situación se estaría incumpliendo la Resolución 14861 de 1985, que estipula un baño por cada 15 personas.
El juez estableció un plazo de 30 días para elaborar un plan para movilizar a los presos. Luego de que lo presenten, tendrán otros tres meses para desarrollar el procedimiento planteado. De esta manera, las estaciones de Policía de Bucaramanga deberán volver a cumplir con la función de mantener a los capturados por 36 horas, mientras es legalizada su captura.
A una de las determinaciones del juez, el director de la Cárcel Modelo de Bucaramanga, teniente Henry Mayorga, respondió que “la solución del problema no es habilitar sitios de reclusión, sino resolver la situación jurídica de la enorme cantidad de personas que están encarceladas, pero no tienen condena, y que llegan a ser el 52% del total de la población reclusa de La Modelo. Si se llegara a desocupar solo el 20%, habría un alivio frente al hacinamiento”.
Mejía agregó que “estamos en un círculo vicioso, la verdad no le veo la solución al problema. Veo bastante difícil que puedan cumplir el plazo de que dio el juez, debido al hacinamiento que tiene la cárcel modelo y las estaciones de Policía”.
La entidad defensora de los derechos humanos expuso otras dificultades que hay en las estaciones de Policía del Área Metropolitana, como que debido a la infraestructura no es posible garantizar la visita conyugal. Igualmente que la mayoría de los detenidos duermen en el piso en colchonetas y que en las rejas y los muros cuelgan ropa, cobijas y trapos. De igual modo permanecen recluidos en las celdas día y noche sin recibir luz solar. En el tema de alimentación, los 400 arrestados reciben la comida sin cubiertos ni servilletas y en recipientes de icopor, y porciones pequeñas.
Tanto la Secretaría de Salud como la Defensoría coinciden en que las personas que se encuentran situadas en las estaciones de Policía no cuentan con las condiciones sanitarias básicas, debido a que no tienen la infraestructura necesaria para la atención de tantos internos.