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No habrá concurso de méritos. El presidente del Senado de la República, Ernesto Macías, saldó la duda que existía respecto al mecanismo que se utilizará en la plenaria de este miércoles para elegir a los nueve miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE). Macías le respondió al presidente de la Cámara de Representantes, Alejandro Chacón —quien el pasado 17 de agosto le envió una carta en la que mostraba su preocupación por la forma en la que se realizaría el proceso de elección de los miembros del tribunal electoral— y argumentó que ya la Constitución contempla, en el artículo 264, el procedimiento para elegir la conformación del máximo tribunal electoral que, por lo tanto, “no existe vacío que requiera la aplicación por analogía” de las reglas utilizadas para la elección del contralor general de la Nación.
El meollo del asunto giraba en torno a un parágrafo transitorio que quedó estipulado en la Ley 1904 de 2018, en la que se reglamentó que para la elección del contralor se debía surtir, primero que todo, un filtro académico y de méritos. El parágrafo en cuestión dice que “mientras el Congreso de la República regula las demás elecciones de servidores públicos atribuidas a las corporaciones públicas conforme lo establecido en el inciso cuarto del artículo 126 de la Constitución Política, la presente ley se aplicará por analogía”. Para muchos, era más que obvio que, a juzgar por la norma, la elección de los nuevos magistrados del CNE debía ser igual a la de contralor.
Incluso, la Misión de Observación Electoral (MOE) y el Grupo de Interés en la Reforma Política (Girepo) enviaron una carta a las mesas directivas de Senado y Cámara, a la Procuraduría y al mismo CNE, en la que pidieron que se aplicaran los principios de concurso público y meritocracia y que se conocieran rápido los nombres de quienes aspiraban, para que hubiese tiempo de revisar y hacer un escrutinio a sus hojas de vida. La intención de la MOE era evitar al máximo los vicios en la elección que puedan conllevar a la nulidad de esta. Pero para Macías no hay problema alguno si no se realiza un proceso previo de meritocracia y, en consecuencia, la elección de la postulación de los aspirantes, como está en la Constitución, queda reservada para los partidos con personería jurídica o mediante coaliciones entre ellos.
Contexto: Confusión jurídica en elección de magistrados del CNE
Por supuesto, esos movimientos ya se han dado a esa tarea durante las últimas horas y ya hay varios nombres sobre la mesa. El Partido Conservador, en un proceso de democracia interna, eligió, con 19 votos de 34, al exrepresentante a la Cámara Heriberto Sanabria como su ficha para el CNE. El Liberal se iría con Juan Antonio Nieto Escalante, exdirector del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, aunque también suena Carlos Mauricio Iriarte, exgobernador del Huila, quien, según expuso La Silla Sur, es cercano al senador Rodrigo Villalba y al expresidente César Gaviria, director de la colectividad. La U y Cambio Radical, como han venido haciendo desde que se inició la legislatura, actuarán en coalición: por el partido de Germán Vargas Lleras están el excongresista Jorge Enrique Rozo y el exviceminitro de Transporte Enrique Nates; mientras que por la U está el exrepresentante Hernán Penagos.
En el Centro Democrático, y partidos cercanos como el MIRA y Colombia Justa Libres, aún no hay decisión. Por el contrario, hay tensión alrededor de los nombres que deberán ir en representación del uribismo, que tiene derecho, por cifra repartidora, a dos lugares en el CNE. Al cierre de esta edición no se conocía al aspirante del Centro Democrático. Por su parte, los partidos cristianos consideran que una de las sillas en el tribunal electoral debería ser para ellos. En esos lares se decidían este martes entre el excongresista Manuel Virgüez y el abogado Hollman Ibáñez Parra, exdirector de Censo Electoral de la Registraduría Nacional.
La cuota polémica en esta elección corre por cuenta de la presunta inhabilidad en la que estarían incurriendo los aspirantes que son excongresistas (Sanabria, Rozo y Penagos), pues la norma expresa que quienes quieran llegar al CNE requieren las mismas calidades que se necesitan para ser magistrados de la Corte Suprema de Justicia, entre esas, “no haber sido elegido para corporación popular ni haber actuado como miembro de directorio político, en los dos años anteriores a su nombramiento”. Sobre esta duda jurídica, a pocas horas de que se inicie la plenaria de elección del CNE, no hay claridad. Lo cierto es que esta nueva elección en el Legislativo se convertirá, como sucedió con la elección del contralor, en un nuevo pulso para medir las fuerzas del Gobierno frente a las que se declararán independientes y en oposición.