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En la tarde de este martes, el Senado aprobó el texto conciliado de la ley de trabajo en casa. De esta forma, solo queda que el presidente Iván Duque la firme y la promulgue para que entre en vigor como ley de la república. Las diferencias entre ambos textos no eran muchas por lo que las discrepancias se centraron en el tema de la duración de esta medida.
El proyecto de trabajo en casa plantea las bases jurídicas para que se aplique esta figura. Aunque ha sido confundida con el teletrabajo, desde el principio del debate de este proyecto de ley se ha dejado claro que son muy diferentes pues esta última es permanente, mientras que la iniciativa se enfoca en una modalidad temporal que busca ser aplicada en contingencias como la de la actual pandemia.
Este fue el énfasis tanto del gobierno como de los ponentes para sacar adelante el proyecto. Según estos, prima el trabajo presencial en la oficina o sede de la empresa, pero se habilita el trabajo en casa “de manera excepcional, ocasional y temporal”. De esta forma, como se dejó claro en pasadas sesiones, no se cambiará la relación o contrato laboral y todo los derechos se conservan en su totalidad.
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El proyecto también deja constancia del derecho a desconexión laboral, para garantizar los tiempos de descanso de los empleados. Uno de los problemas del trabajo en casa que ha sido reportados durante la pandemia es el irrespeto a los horarios por parte de los empleadores, bajo la idea de que sus empleados tienen una disponibilidad más allá de sus horarios de trabajo.
La iniciativa, a la que solo le falta la firma del presidente, también deja constancia de que el empleador es el que debe aportar todo lo necesario para que se desempeñe la labor. Además, si el empleado gana hasta dos salarios mínimos y necesita de equipos digitales para desempeñar su labor, este debe recibir un subsidio de interconexión para pagar los servicios de internet. Este subsidio reemplazará al de transporte mientras se lleve a cabo la labor en casa.
Tras la conciliación, se adoptó la mayoría del texto del Senado. Solo se adoptó del texto de Cámara algunos cambios al artículo 1 y 2 que dejan constancia que esta modalidad es tanto para el sector público como privado.
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Por otro lado, frente a la extensión de esta medida, que era una de las grandes divergencias de las dos corporaciones, se adoptó la postura de Senado. Esto quiere decir que la figura del trabajo en casa es por tres meses y se podrá prolongar por tres meses más. Luego, si la contingencia por la que se adopta esta modalidad continúa, se podrá prolongar hasta que se retorne a las condiciones primeras.