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El objetivo: que Colombia esté libre de minas antipersonal en el año 2021. Y para cumplirlo, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y el canciller de Noruega, Borge Brende, lideraron en Nueva York la puesta en marcha de la Iniciativa Global de Desminado Humanitario en el país, para la que se anunció el compromiso de la comunidad internacional con el fin de lograr ese propósito. Ese apoyo, en un comienzo, significa el aporte adicional de US$36 millones por parte del gobierno estadounidense y US$22 millones por parte de los noruegos, para fortalecer e impulsar la estrategia que avanza actualmente en varios municipios colombianos.
El Acuerdo Final de Paz con las Farc alcanzado en La Habana, que el presidente Juan Manuel Santos llevó bajo el brazo para presentar esta semana ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, es el principal argumento para concretar dicho respaldo. Según Kerry, es claro que para que se dé una verdadera paz, estable y duradera, es fundamental erradicar las minas. “El desminado es una parte esencial de la reconstrucción y será clave para consolidar la pacificación de Colombia, para que los campesinos puedan volver a sus tierras (…) Mientras haya minas, la guerra seguirá matando después del cese de hostilidades”, manifestó.
El gobierno colombiano, por su parte, prevé que la puesta en marcha de la primera fase del proyecto requerirá una inversión cercana a los US$126 millones, es decir, el 38,5 % del valor total del Plan Estratégico 2016-2021, estimado en US$327,9 millones. Según el presidente Santos, se trata de una iniciativa que “llega al corazón” y aborda “la parte más sensible” de lo que debe hacer el país “para realmente tener paz”. “De todas las atrocidades y tragedias del conflicto, quizás el problema de las minas es el más impresionante y el que causa más sufrimiento e impacto. Es un desafío, y para mí es muy importante, porque me ha desgarrado ver cómo las consecuencias de estas minas son tan nefastas”, expresó el jefe de Estado frente a Kerry y los representantes de la Unión Europea y de 22 países presentes en el lanzamiento de la iniciativa.
De hecho, ya se sumaron, con el aporte de nuevos recursos y acciones de apoyo en materia de desminado humanitario, naciones como Países Bajos, Canadá, México, Chile, Argentina, Eslovenia, Reino Unido, Suiza, Italia e Israel, entre otras. Un espaldarazo determinante si se tiene en cuenta que Colombia sigue siendo el segundo país con más minas en el mundo —superado sólo por Afganistán—, con una nefasta cifra de 11.458 víctimas en los últimos 26 años. Por eso, y para corresponder a las movidas internacionales, el Gobierno ha allanado el camino con la priorización de labores en los territorios que históricamente han sido más afectados por el flagelo.
Actualmente hay operaciones de desminado humanitario en 25 municipios y los trabajos comenzarán a expandirse a más regiones. La semana pasada, el Gobierno asignó tareas de desminado en otros 48 municipios ubicados en 12 departamentos del país, que corresponden al 41,8 % de los territorios que hoy se encuentran contaminados por minas y municiones sin explotar.
La meta es que al finalizar el año se haya logrado la intervención de por los menos 276 de los 673 municipios con algún tipo de contaminación por estos artefactos. Además, hay 31 municipios asignados para realizar estudios no técnicos y 183 municipios considerados de baja afectación, de los cuales se espera recibir actas de los consejos de seguridad certificando que en sus territorios no hay sospecha de dichos explosivos.
La agenda del presidente Santos en Nueva York se extenderá hasta el miércoles. Para el martes se tiene prevista la entrega al secretario de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, del texto del Acuerdo Final alcanzado con las Farc. Asimismo están contemplados encuentros con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el arzobispo de Nueva York, cardenal Timothy Dolan, y un conversatorio con empresarios.