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El pasado 28 de junio, el presidente de la República, Iván Duque Márquez, sancionó la llamada ley de regiones, una norma que estaba en deuda desde la Constitución de 1991 y que entrega los insumos para que los departamentos puedan dar pasos agigantados hacia la descentralización.
Y este miércoles, el mismo mandatario, en el foro "+Región: hacía un nuevo modelo de Estado", organizado por la Federación Nacional de Departamentos (FND), les entregó la ley a más de una veintena de gobernadores que se reunieron en Barranquilla par hablar de alcances, estrategias y planes que desde ya se construyen para impulsar proyectos de carácter regional.
"Queremos gobernar desde las regiones y con las regiones. Dijimos que íbamos a trabajar un plan de desarrollo de abajo hacia arriba, desde la base ciudadana hasta la formulación estratégica de todos los planes y buscaríamos integrarlos con los objetivos de desarrollo sostenible en el marco de las Naciones Unidas", señaló el presidente Duque.
(En contexto: ¿De qué trata la Ley de Regiones que aprobó el Congreso?)
Por su parte, Carlos Camargo, director de la FND, advirtió en su discurso que "hay que mirar lo que sucede más allá de las fronteras para entender el ritmo de la fronteras. No hay que tenerle miedo a la regionalización y hay que acelerar el ritmo y trabajar bajo un criterio de unidad. Es un camino lleno de aciertos, desafíos y sobresaltos".
La norma, por ejemplo, fortalece las herramientas para la creación (con una "unión" de dos o más departamentos) las Regiones Administrativas de Planeación (RAP) y las Regiones Entidad Territorial (RET), entendidas como "esquemas asociativos con un marco geográfico, económico, cultural o funcional, que propenderán por la descentralización y la autonomía territorial para el desarrollo nacional".
De acuerdo con el Gobierno Nacional, la ley de regiones está enmarcada en el enfoque regional del Plan Nacional de Desarrollo (PND), aprobado por el Congreso de la República recientemente, sin embargo, hay algunas advertencias. Por ejemplo, se señala que esta ley habilita, pero no obliga a la destinación de un porcentaje o la participación en el Presupuesto General de la Nación, así como tampoco compromete estos recursos para el funcionamiento de las RAP o RET. "Los gastos de funcionamiento siguen estando a cargo de los departamentos pertenecientes a cada esquema", aclara el Gobierno Nacional.
Para Eduardo Verano, gobernador del Atlántico y uno de los grandes promotores de la nueva normativa, siempre ha habido talanqueras desde el centro del país para llevar a cabo la descentralización y considera que eso no acabará sólo con esta ley. "Vamos a tener que ser muy persistentes", comenta Verano y cuenta que una de las grandes dificultades para sacar adelante la iniciativa después de tantos años es que existe un "centralismo a ultranza que no lo permite ni lo tolera, que no quiere que haya estos avances en desarrollo territorial".
Así las cosas, ahora que existe la ley de regiones, el gran desafío será la implementación. Con ella, el país debe mirar que los departamentos trasciendan los “límites de la división político-administrativa, y reconozcan problemáticas comunes de los habitantes de esas regiones”, expresó Presidencia. Para ello, deben, por ejemplo, resolver los vacíos normativos que hay en leyes anteriores como la de Ordenamiento Territorial, que busca “definir las entidades territoriales”, trabajo que no ha concretado.
(Lea: “Ley de regiones no implica nueva burocracia”: Carlos Camargo)
Bajo ese contexto es que los gobernadores pondrán a prueba no solo su capacidad para definir aspectos formales, sino también para trabajar en asociatividad y conseguir recursos que con la ley de regiones les han sido habilitados para desarrollar sus territorios.
“La ley de regiones no promueve la burocracia territorial. Al contrario. La norma define las RAP como la instancia idónea para fortalecer institucionalmente los territorios que aún cuentan con dificultades y falencias al momento de identificar, formular y consolidar iniciativas de impacto regional, las cuales requieren capacidades sólidas en los territorios y con las que actualmente no se cuentan a lo largo y ancho del país”, reiteró el Gobierno Nacional.
En todo caso, este panorama se materializará más concretamente en las manos de los nuevos administradores de los departamentos, cuyos nombres se sabrán el 27 de octubre, cuando sean elegidos en los comicios regionales y pongan en marcha un cuatrenio para el desarrollo del país.