El congresista conservador, Fernando Tamayo, falleció este viernes, según confirmó a través de su cuenta de Twitter el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas. “Lamento profundamente el fallecimiento del senador Fernando Tamayo, con quien trabajamos en innumerables iniciativas legislativas en beneficio de la economía. Saludo solidario a toda su familia”, dijo el jefe de la cartera económica.
Según informó el Partido Conservador, Tamayo venía luchando contra un cáncer del que padecía desde hace dos años, razón que lo habría obligado a retirarse del Legislativo por recomendaciones médicas.
El congresista era representante la colectividad azul por Bogotá y Cundinamarca, donde tenía su mayor caudal electoral, pese a haber nacido en el municipio de Paipa (Boyacá), donde comenzó a formar su carrera política. Allí, fue elegido concejal entre 1974 y 1980.
Era economista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y especializado en finanzas en la Universidad del Rosario. En 1982 se lanzó al Concejo de Bogotá, donde ocupó un escaño hasta 1994, cuando dio su salto a la Cámara de Representantes. Su muerte deja atrás más de 40 años de carrera pública.
Al salir del Concejo de Bogotá, su hermana Soledad Tamayo lo reemplazó en el cabildo distrital, y Fernando Tamayo logró una curul en la Cámara de Representantes, donde estuvo por cuatro periodos. En 2010, habiéndose convertido en el principal varón electoral del conservatismo en Bogotá y Cundinamarca, Tamayo aspiró al Senado de la República.
En las pasadas elecciones no buscó reelegirse por sus quebrantos de salud, pero nuevamente su hermana Soledad ocupó el espacio dejado por él. Salió elegida con casi 60.000 votos, y hoy será la representante de Fernando Tamayo en el Senado y en la tierra.
Este es el mensaje que dejó su hermana Soledad sobre la muerte del senador Tamayo:
Estimados amigos: con profundo dolor, pero llena de agradecimiento por tantas oraciones y buenos deseos que siempre estuvieron presentes, comparto con ustedes la partida de nuestro senador, hermano y amigo Fernando Tamayo.
Hoy, él está en el cielo junto a Dios, nos ha dejado sus enseñanzas, su bondad y su trabajo por la construcción de una mejor sociedad con su labor política. Imposible no estar tristes, pero su recuerdo y su legado nos hará sonreír por siempre.
Quiero pedirles a todos que recordemos por un instante el mejor momento que pasamos a su lado y que oremos por su descanso. “Dios es nuestro eternamente y para siempre; él nos guiará aún más allá de la muerte”, salmo 48:14.