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Tumaco sigue siendo epicentro del conflicto. En él hacen presencia toda clase de grupos armados ilegales —Eln, disidencias de las Farc, bandas criminales, narcotráfico—, que acrecientan la criminalidad. Tiene la mayor área de cultivos de coca del país, la pobreza campea en sus calles y solo en los últimos tiempos, como laboratorio de paz, ha concentrado la atención del Estado. A todo este escenario se suma hoy una guerra política sin cuartel que tiene en el ojo del huracán a su alcalde, Julio César Rivera, quien llegó al poder en abril de 2017, en elecciones atípicas realizadas para reemplazar a la destituida María Emilsen Angulo.
Rivera fue el protagonista del escándalo cuando en la antesala de dichos comicios se subió al vehículo que transportaba al entonces vicepresidente Germán Vargas Lleras y a quien, en una publicación en El Espectador del pasado 10 de febrero, el columnista Julio César Londoño acusa de querer apoderarse del manejo del hospital Divino Niño, el más importante de Tumaco, para “ordeñarlo”. Para eso, dice Londoño, sacó a la fuerza a su directora, Carolina Farinango, quien lo denunció ante la Procuraduría, con grabación incluida. Igualmente, una emisora de alcance nacional llamó la atención de las autoridades para que vigilaran el manejo de $60 mil millones de las regalías, porque su administración los quería embolatar. Y eso sin contar que hay quienes aseguran que llegó al poder con el apoyo de las Farc. Acusaciones delicadas que en esta entrevista el burgomaestre atribuye a sus enemigos políticos, con nombre propio.
Dicen que usted se quiere robar la plata de las regalías…
Un medio radial nacional pidió que me investigaran por el destino de $60 mil millones de regalías, que yo podría habérmelos robado. Quiero decirle al país que cuando llegué a la Alcaldía encontré ese tema en un plan de desempeño con Planeación Nacional. Acudí a Usaid para que me ayudara a sacarlo adelante, pues ello implicaba que no le hacían al municipio ni un giro para sus iniciativas. Salimos de él a fines del año pasado y recién empezamos a trabajar en la formulación de algunos proyectos. Y Tumaco no recibe $60 mil millones por regalías, sino $26 mil millones para el bienio.
¿Y ya se ha ejecutado parte de esos recursos?
En los casi diez meses que llevo en el gobierno no se ha ejecutado ni un proyecto de recursos de regalías, ni de las directas, ni de las específicas, ni de las que van por el departamento de Nariño. No se ha ejecutado ni un peso. Es lamentable que medios influyentes a nivel nacional difundan una información sin ser verificada. Lo que queremos es acabar con ese estigma de que en Tumaco todo nos lo robamos. Aquí no todos somos ladrones, hay gente honesta y yo lo soy. Y si hay alguien dice lo contrario, ahí están las autoridades y que me lo demuestren.
¿Está siendo investigado por la Fiscalía o la Procuraduría por eso?
No sé, no conozco que haya una investigación al respecto. Y ojalá la haya para que se le diga al país lo equivocado de esas acusaciones.
¿De dónde cree que vienen?
De la oposición política, que abusó de la buena fe de un periodista muy serio a nivel nacional y le dieron una información equivocada. Mis palabras se pueden verificar en los libros de Planeación Nacional.
Deme nombres…
Hay una oposición muy marcada que lidera Neftalí Correa, quien venía siendo el dueño de las alcaldías en Tumaco. Es una oposición dañina, que está diciendo y haciendo de todo para afectar la imagen de mi administración. No es fácil gobernar así, pero estamos fortalecidos y convencidos de que estamos haciendo la tarea bien, apegados a la ley. Si Tumaco tiene un alcalde honesto, eso ya es bastante, y yo soy un hombre honesto, a menos que alguien me compruebe lo contrario. La gente sabe a quién puso en la Alcaldía y lo que estoy es tomando medidas para alejar a Tumaco de la corrupción. Eso genera presiones de gente que hizo de la administración su fortín político y lo quieren recuperar. Pero les digo que no va a ser fácil, porque tendrán que demostrarme que soy un corrupto, y no lo soy. Por eso les pido a las autoridades nacionales que hagan todas las investigaciones y a los medios que corroboren todo lo que les dicen.
¿Presiones de qué tipo?
Hay empresarios, gente arrimada a sectores políticos que tuvieron a la Alcaldía como su gran fortín y hoy son personas muy ricas. Tumaco es un pueblo pequeño y todo el mundo sabe quién tiene y quién no tiene. Si el alcalde hoy no tiene plata y mañana aparece con mucha, pues es porque se la robó, así de simple. Y eso es claro con el grupo político que yo derroté, que está en cabeza Neftalí Correa, del Partido Liberal, quien fue sancionado por la Procuraduría por malas acciones cuando fue alcalde. Él era un pescador, amigo mío inclusive, que no tenía dónde caer muerto, y vaya miren lo que tiene o pregunten de qué es dueño. ¿Eso lo logró con los $5 millones que uno se gana como alcalde? Pero resulta que ahora soy atacado por esos que tenían a Tumaco como su finca. Cuando llegué al cargo hice más de 30 denuncias ante la Fiscalía por los hallazgos que encontré y se lo conté también al vicepresidente Óscar Naranjo. Esperemos a ver los resultados.
Hablemos de la salida de Carolina Farinango, directora del hospital Divino Niño, ¿usted le pidió la renuncia?
Hablé con ella en el marco de la ley que establece que los alcaldes debemos tener injerencia en cuanto a los gerentes de las ESE. Le manifesté lo importante que era que me dejara gobernar con las personas que conocían y acompañaron mi plan de gobierno. Lo hice de manera respetuosa, pero ella de manera arbitraria grabó sin autorización ese diálogo. Ahora está utilizando eso ante la Procuraduría diciendo que yo la constreñí para sacarla del cargo.
Perdóneme, pero decirle que lo dejara gobernar es lo mismo que pedirle la renuncia…
Como alcalde y presidente de la junta directiva del hospital tengo los elementos, la competencia y la responsabilidad para hacer las observaciones que hice y pedirle que me ayudara en ese proceso, no lo considero un constreñimiento ni la estoy obligando a nada.
Y finalmente la sacó y ya hay un fallo que ordena su restitución…
Encontramos que había unos errores en su nombramiento y a través de un acto administrativo legal decidimos pedirle que dejara el cargo. Lo demás son elementos de la justicia, que dirá si yo cometí un exceso. Eso ya lo definen las autoridades y estamos prestos a responder y acatar lo que ellas decidan.
Ella dice que la amenazó…
Jamás he amenazado a nadie. Estoy seguro de que en el audio que presentó no hay amenazas. Ese audio lo conoce la Procuraduría. No es esa mi condición como ser humano y ella está mintiendo.
¿A quién nombró en su reemplazo?
A la doctora Hetty Valencia, enfermera superior, que fue secretaria de Salud y conoce muy bien las dinámicas del municipio en esos temas. Tiene todos los argumentos técnicos para estar en el cargo y hasta ahora ha demostrado ser una persona totalmente eficiente y sobre todo honesta y honrada.
Los señalamientos en su contra hablan de que la intención era quedarse con el presupuesto del hospital, que es de $23 mil millones, y manejar el personal. Y que Carolina Farinango estaba haciendo una eficiente labor…
Mis palabras en este caso no tienen validez y solo les pido a las autoridades competentes que verifiquen con el Ministerio de Salud y en Hacienda Nacional. Encontrarán que la ESE de Tumaco está en un alto riesgo financiero, como la dejó la señora Farinango, con deudas por más de $8 mil millones, muchas de ellas con los trabajadores, a quienes no se les pagaba su salario. Hay muchas más irregularidades y se han colocado las denuncias penales.
¿A usted lo han amenazado?
Hemos tenido amenazas, pero eso es normal por el hecho de estar con el Gobierno Nacional, con el vicepresidente Naranjo anunciando que llegan más de 9.000 hombres a reforzar la seguridad en el municipio, donde de alguna manera ha imperado la fuerza de quienes tienen sus negocios ilícitos. Y están las amenazas de todo ese sector político que ha visto afectado sus intereses personales.
¿Qué tan vargasllerista es?
No soy vargasllerista. Nunca he militado en Cambio Radical. Conozco al doctor Vargas Lleras como a la mayoría de candidatos que aspiran a la Presidencia. Soy un hombre independiente, así llegué a la Alcaldía, y prefiero seguir conservando esa independencia.
Pero sí tuvo antes el aval de Cambio Radical y en la antesala de la campaña se metió a hablar con Vargas Lleras en su vehículo, cuando era vicepresidente…
Es cierto que en la primera campaña me dio el aval Cambio Radical. Pero yo ni siquiera conocía al doctor Vargas Lleras personalmente y cuando fue a Tumaco, como yo había jugado con ese partido, quiso saludarme. Yo no era en ese momento candidato inscrito e hicieron un escándalo. Y el año pasado jugué por AICO, para evitar más inconvenientes.
¿Usted me puede asegurar que en su administración no hay gente de Cambio Radical?
Hay gente de diferentes partidos, pero nosotros no tenemos en cuenta eso. Para ser parte de este gobierno, un secretario tiene que tener la confianza del alcalde y todo el compromiso y las condiciones técnicas para poder desempeñar el cargo. Hemos generado un elemento pluralista, no se persigue a nadie y queremos generar grandes cambios. Odiamos la polarización, que era lo que hacían otros.
Muchos han hablado también de persecución política y después salen destituidos y hasta encarcelados, ¿cómo se puede asegurar que este no será su caso?
La única manera de salirse de ese discurso es que las autoridades competentes hagan el trabajo que tienen que hacer, que hagan las investigaciones al interior de la administración y que se vean los resultados. Eso sí, no puede ser solamente linchar al alcalde porque hay que encontrar culpables. Y si el alcalde no es culpable, los que acusaron falsamente tienen que pagar. Mi llamado es que se investigue a fondo para que el día de mañana se diga que el alcalde y su equipo de gobierno no somos unos ladrones.