Partidos, a definirse: ¿cuáles estarán con el Gobierno, en la oposición o en la independencia?

Una vez se posesione el nuevo presidente, los partidos del Congreso deberán hacer su declaración política frente al Gobierno. La oposición tendrá derechos para garantizar su actividad, como la financiación adicional.

Germán Gómez Polo - Twitter: @TresEnMil
27 de junio de 2018 - 10:50 a. m.
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A partir del 7 de agosto, cuando Iván Duque Márquez se posesione como presidente, los partidos políticos con asiento en el Congreso de la República contarán con un mes para tomar una decisión: declararse en oposición, en independencia o como partido de la coalición de gobierno. El Centro Democrático no tendrá que hacerlo, pues el hecho de haber inscrito al exsenador Duque como candidato a la Casa de Nariño hace que la bancada uribista se convierta, automáticamente, en el partido de gobierno. Así quedó estipulado en el Estatuto de la Oposición, que obtuvo el aval de la Corte Constitucional la semana pasada.

En consecuencia, dice el Estatuto, el Centro Democrático no podrá acceder a los derechos que les serán reconocidos a los partidos que se declaren en oposición o en independencia. Por ejemplo, la financiación adicional de hasta el 5 % del monto que se destina al funcionamiento permanente de los partidos o movimientos políticos con personería jurídica para que sea utilizada en actividades de oposición, el acceso a los medios de comunicación y al espectro electromagnético, el derecho a réplica y la obligatoriedad de ocupar al menos una posición en las mesas directivas de Cámara y Senado.

Esos partidos ya han empezado a discutir con las bancadas de qué manera se declararán frente al nuevo Gobierno. Algunos, por supuesto, son más evidentes, como el Polo Democrático Alternativo, cuya dirección nacional debería tomar esa decisión en la tarde de este miércoles. De acuerdo con el senador Jorge Robledo, si bien el sentido de la declaración la tomará el partido en su conjunto, parece no tener dudas de que se irán a la oposición. “Nosotros fuimos oposición en el gobierno de Uribe y en el gobierno de Santos. Y Duque es como una cría de ellos dos. Espero que la declaración sea contundente en que seremos oposición”, comentó Robledo.

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Por esa misma línea camina la Alianza Verde, aunque en el interior de la colectividad se señala que la decisión se tomará en el mes posterior a la posesión de Duque, como lo determina el Estatuto. El director de la colectividad, Jorge Iván Ospina, señaló que aún no ha habido una reunión oficial de la nueva bancada para tocar el tema, pero, según sus estimaciones, cerca del 80 % de los congresistas verdes consideran que se deben ir a la oposición. El 20 % restante sostiene que se debe esperar a que se posesione Duque; sin embargo, está claro que la decisión será entre la oposición y la independencia. Y las razones son más que evidentes: la Alianza Verde —que en Senado tiene 10 curules y en Cámara nueve— no estará del lado de un gobierno que le ponga trabas a la implementación de la paz.

La Lista de la Decencia (ASI, UP, MAIS), que tiene cuatro curules en Senado y dos en Cámara, apunta para el mismo lado, dado que respaldó la candidatura a la Presidencia de Gustavo Petro. Por supuesto, la misma ruta tomará el partido FARC, que tiene cinco curules en cada una de las cámaras. De hecho, el 20 de julio entrará a engrosar las filas de la oposición el excandidato presidencial Petro, en Senado, y su fórmula vicepresidencial, Ángela María Robledo, en la Cámara.

Quienes estarán del lado del nuevo gobierno serán los conservadores que, aunque no han tomado una decisión, hicieron un acuerdo programático con la campaña del Centro Democrático, y el partido MIRA, que hará la declaración oficial luego del 7 de agosto, una vez se reúna la nueva bancada. “No hay duda de que vamos a ser partido de gobierno. Apoyamos la candidatura de Iván Duque a la Presidencia”, expresó el senador electo Carlos Eduardo Guevara, del MIRA.

En una escala de grises está el Partido Liberal, que adhirió a la campaña de Duque para la segunda vuelta, pero cuya decisión no fue compartida por una pequeña disidencia en la colectividad. En ese sentido se podría complicar una decisión a favor del nuevo gobierno, pues si bien varios de los miembros de su bancada hicieron público su apoyo al candidato del uribismo, otros son muy afines al Acuerdo de Paz, sobre todo en la Cámara de Representantes, donde es el partido mayoritario, con 35 curules. No obstante, la mayoría roja considera que el camino que se debe tomar es el de acompañar al nuevo presidente como partido de gobierno, y para eso hubo una reunión en la noche de ayer entre esa bancada e Iván Duque. “Hay que acompañar a un gobierno joven y transparente como el de Duque. Estamos en defensa de la paz y creemos que al Acuerdo se le pueden hacer algunas modificaciones, siempre que sean convenientes para el país”, aseveró el senador electo Mauricio Gómez Amín.

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En esa situación también está Cambio Radical, que se acercó al uribismo desde el año pasado, luego de retirarse de la llamada Unidad Nacional y hacer férrea oposición a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Desde esa colectividad, cuenta el senador Carlos Fernando Motoa, se espera tener una decisión en la semana del 20 de julio, sin embargo aclara que no serán oposición. Lo que sí existe en este momento entre Cambio Radical, el Partido Conservador, el Partido Liberal y el Centro Democrático es una coalición de Congreso, en donde cada colectividad busca tener una representación en las mesas directivas de ambas corporaciones.

A pesar de las indefiniciones que hasta el momento tienen estos dos partidos, lo cierto es que están más del lado de Duque que de la independencia. Por los lados de la U, el ambiente de división es más fuerte y se acrecentó luego de la decisión de dejar “en libertad” a los congresistas para que decidieran de manera personal su apoyo a la Presidencia. Un sector, en efecto, se fue con el uribismo; otro señala que no apoyar la implementación y apoyar las modificaciones que se consideran “inconstitucionales” por parte del gobierno de Santos riñe con la actividad legislativa que ejerció la colectividad en pro del fin del conflicto.

Esta definición será trascendental, en principio, porque funcionará, en el caso de los partidos de gobierno, como una prenda de garantía para el presidente electo en cuanto a las reformas que pretende tramitar a través del Legislativo y, en primera línea, saber cuánto peso tiene de lado para intentar modificar la médula de la JEP, cuya votación en la plenaria del Senado está prevista para hoy. En todo caso, sea cual sea la decisión del partido, se podrá modificar por una sola vez durante el período de gobierno.

Por Germán Gómez Polo - Twitter: @TresEnMil

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