"Que la paz sea cuidada y protegida": el llamado de Óscar Naranjo a la ONU

El vicepresidente intervino hoy ante el Consejo de Seguridad, en la presentación del tercer informe de la Misión de Verificación. Habló de los logros en la implementación y dijo que hay que multiplicar los esfuerzos para seguir disminuyendo la violencia.

* Redacción Política
26 de julio de 2018 - 11:18 p. m.
El vicepresidente Óscar Naranjo, hoy en su discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU.  / Cortesía
El vicepresidente Óscar Naranjo, hoy en su discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU. / Cortesía

Con un llamado para que la paz firmada en Colombia sea cuidada y protegida, y resaltando que el esfuerzo y liderazgo del presidente Juan Manuel Santos para alcanzarla no se basaron en un cálculo político sino en la convicción ética de que era impostergable poner fin a 53 años de violencia, el vicepresidente Óscar Naranjo compareció hoy ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), donde la Misión de Verificación de ese organismo presentó un balance de la implementación del Acuerdo Final entre el Gobierno y la hoy desmovilizada de las Farc, tras 20 meses de rubricado.

“Poner fin al conflicto bajo esa convicción significó reconocer que cinco décadas de enfrentamiento entre nosotros nos llevaron a tener más de 8’400.000 víctimas en nuestro país. Cuidar la paz significa cumplir lo pactado en el Acuerdo, en el entendido de que la palabra comprometida no es la de un Gobierno sino que es la de un Estado en su conjunto y, al mismo tiempo, la de la sociedad en general. Cumplir la paz, cuidarla y protegerla significa no desconocer los logros trascendentes que se han alcanzado”, manifestó Naranjo, no sin antes agradecer el apoyo de la ONU a todo el proceso.

En su intervención, el exdirector nacional de la Policía y hoy vicepresidente hizo un repaso de los avances alcanzados hasta ahora en esa implementación. Habló, por ejemplo, de una dejación de armas cumplida en tan solo nueve meses; de la transformación de las Farc en partido político con asiento actualmente en el Congreso, y del tránsito a la legalidad de 13.000 excombatientes de los cuales, según indicó, más de 12.000 están recibiendo una mensualidad básica de renta equivalente al 90% de un salario mínimo y 9.000 están afiliados a sistemas de seguridad y de pensiones.

Sin embargo, recogiendo las declaraciones previas de Jean Arnault, director de la Misión de Verificación de la ONU, Naranjo reconoció que el tema de la reincorporación es crítico. En este sentido, señaló que si bien se avanza para que los proyectos productivos sean una realidad, ello no es con la velocidad que se quisiera. Y que hay que multiplicar los esfuerzos para seguir disminuyendo la violencia: “No nos cansamos de decir que el año 2017, como resultado del Acuerdo, Colombia registró la más baja tasa de homicidio de los últimos 42 años. Ahora bien, tristemente enfrentamos una gran contradicción de ver cómo disminuyen esos homicidios, pero al mismo tiempo se han incrementado las amenazas y los ataques a líderes sociales y defensores de derechos humanos”.

Naranjo se refirió pacto político contra la violencia suscrito por todos los actores políticos en el país, el cual se espera que se constituya en una herramienta que transmita la necesidad de abandonar lo que fue la vieja cultura en el conflicto, donde la muerte aparecía como parte de la solución. “Hoy de lo que se trata es que la vida se rescate como el bien supremo, superlativo, sagrado alrededor de nuestra sociedad. Cambiar la lógica de la muerte por la vida es el gran reto y desafío que tenemos después de 50 años de guerra”, refirió.

Por otra parte, insistió en la necesidad reconocer y fortalecer la legitimidad alrededor del Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de no repetición creado en el marco del Acuerdo de Paz. “Hoy, sin triunfalismo, tenemos que decir ante ustedes que con satisfacción registramos cómo la Jurisdicción Especial para la Paz, a través de sus audiencias, ha priorizado el tratamiento de tres tragedias que produce la guerra: la tragedia del secuestro durante 53 años de conflicto; la tragedia del reclutamiento de menores, de niños y niñas y adolescentes, y al mismo tiempo lo que en mi país se conoce como el caso de los falsos positivos", dijo.

Y agregó: "Ver hoy cómo esas audiencias ya permiten constatar una administración de justicia transicional que irá juzgando y al mismo tiempo sancionando a quienes de alguna manera estuvieron inmersos en ese conflicto armado interno y violentaron la ley, y desconocieron derechos humanos, nos da tranquilidad de que avanzamos, como hemos dicho tantas veces, en un equilibrio entre paz y justicia que es la balanza necesaria para abrir pasos a la reconciliación”.

El vicepresidente reiteró que la paz implica llevar institucionalidad a los territorios. Y en cuanto a la hoja de ruta hoy definida, enfatizó que la prioridad es la protección de la vida en esas zonas donde los líderes han comenzado a elevar su voz para participar de manera democrática. Y en un segundo punto está el superar lo que considera ha sido la tragedia histórica de Colombia: el narcotráfico, a partir del impulso a la estrategia de sustitución de cultivos, al tiempo que se debe fortalecer el accionar contra el crimen organizado.

“No somos ingenuos: Colombia experimenta hoy la presión de organizaciones transnacionales del narcotráfico que quisieran persistir en esa tarea ilegal, y en ese sentido la certeza a este Consejo es que el gobierno del presidente Santos, hasta el último minuto de su mandato, elevará las capacidades para contener esa amenaza”, agregó.

Al final, el vicepresidente Óscar Naranjo puso sobre la mesa el deseo para que el proceso de paz colombiano pueda ser ejemplo para otras naciones para que se superen las violencias y los desencuentros, con un mensaje al entrante gobierno. “Sabemos bien que resulta un poco romántico en un mundo salpicado de tantos conflictos, pensar que el caso colombiano es el caso paradigmático. Pero sabemos bien que aquí hay todo un esfuerzo de innovación, basado en ética, basado en pragmatismo político y basado en acompañamiento internacional que hoy nos permiten decir al final del Gobierno: gracias, en la seguridad de que el gobierno que nos sucede, donde el señor presidente Iván Duque electo ha dicho que continuará y no hará trizas los acuerdos, garantizará que Colombia siga transitando la senda de una construcción de paz sostenible”.

 

 

 

Por * Redacción Política

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