Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Al lamentar la muerte del dirigente político Horacio Serpa este sábado, el expresidente Ernesto Samper –quien lo tuvo como ministro del Interior y que logró que el Congreso lo absolviera por el escándalo 8.000 frente al supuesto ingreso de dinero del narcotráfico a su gobierno–, destacó su coherencia y lealtad, asegurando que el compromiso por la paz de Serpa “le costó llegar a la Presidencia”.
Lea también: A los 77 años falleció Horacio Serpa
Según dijo el expresidente a Noticias Caracol, el fallecimiento de Serpa –con quien hizo política desde los años 80– lo llena de dolor e implica una gran soledad. En esa línea, destacó que fue un fiel escudero en muchas de sus batallas. “Tuvimos épocas de alegrías y de sin sabores. El país pierde un hombre símbolo, porque serpa era una persona que ejemplarizaba con sus actitudes”.
El exmandatario destacó el profundo sentido de humanidad del santandereano y lo calificó como un padre de familia ejemplar, “con una esposa (Rosita) que lo acompañó en toda esta travesía”. Para Samper, Serpa fue un gran defensor del gobierno y de la institucionalidad en general.
Vale la pena recordar que en plena campaña electoral de 1994, Serpa asumió como jefe de debate de Samper y, posteriormente, ya en el gobierno, como su ministro del Interior. Fue precisamente en desarrollo de esa tarea que tuvo que encarar el proceso 8.000.
En contexto: La infiltración de dineros del narcotráfico en mi campaña fue una operación nacional: Samper
“En las dificultades que tuvo mi gobierno todavía se recuerdan sus discursos de una persona clara, vertical y que no tenía miedo en decir las cosas. Va a ser muy difícil. Le va a hacer falta al país una persona de la talla, del compromiso y, sobre todo, de la transparencia de Serpa. Muy duro”, agregó, detallando que tuvo la oportunidad de compartir con el excongresista y exgobernador en los últimos meses: “Nos reíamos, éramos cómplices de muchas situaciones, inclusive simpáticas”.
Frente a la campaña de 1998, la primera vez que Serpa aspiró a la Presidencia (lo hizo luego en 2002 y 2006), Samper dijo que el también exprocurador “sentía mucho el tema de la paz”: “Se puso la coraza, el escudo y el traje. Me defendió en el Congreso y en las instancias judiciales”.
El expresidente contó además que, en medio del proceso 8.000, Serpa le ofreció su renuncia, en medio de una supuesta intervención de Estados Unidos buscando desestabilizar su gobierno: “Le dije, ¿usted cree que voy a cambiar un amigo leal, un defensor aguerrido y una persona transparente, por alguien que está propiciando estos movimientos de estabilización? ¡olvídese!”.
Para Samper, el líder liberal hubiera ganado las elecciones en 1998, “sino lo hubieran afectado factores en contra, que hicieron gavilla en contra suya. Así, hubiéramos podríamos seguir con obras sociales de mi gobierno”, precisó.
También le puede interesar: Serpa, el último caudillo liberal y un luchador por hacerle “mamola” a la guerra
Frente a una de las frases célebres de Serpa, “mamola”, el expresidente resaltó que él tenía la capacidad de “reducir a términos muy pedagógicos todos sus debates, todas sus expresiones y esta lo vino a caracterizar. Yo encontré una forma, ‘aquí estoy y aquí me quedo’, pero la de Serpa fue más efectiva”.
El exmandatario concluyó diciendo que se va a convertir en el guardián de la memoria de Serpa: “Vamos a colocarla como un ejemplo para las nuevas generaciones”, precisó.