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Pese al llamado elevado por la oposición, este martes se conoció una carta del presidente del Senado, Arturo Char, en la que confirma que –con miras al próximo 16 de marzo, cuando arrancan las sesiones ordinarias del Congreso– continuarán funcionando de manera mixta o semipresencial.
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Según Char, la razón es que el país se mantiene en emergencia sanitaria por COVID-19 hasta el 31 de mayo de 2021. No obstante, el parlamentario destacó que será decisión personal de cada congresista asistir a la sede física del Senado de la República y participar de manera presencial, dentro de las condiciones definidas de bioseguridad.
“Ello no es óbice para convocar de manera virtual o presencial, según lo que las circunstancias aconsejen o ameriten. Lo anterior, de conformidad a lo dispuesto por la Mesa Directiva del Senado”, argumentó el senador de Cambio Radical.
El pasado 25 de febrero, senadores y representantes de la oposición le pidieron a Arturo Char, presidente del Senado, y Germán Blanco, presidente Cámara, convocar a sesiones presenciales.
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“Se hace necesario teniendo en cuenta el peso de las decisiones que se avecinan para el Legislativo, como la reforma tributaria, actos legislativos, leyes estatutarias, entre otras, las cuales, por su importancia, deben ser adoptadas de cara a los colombianos y previo debate serio y democrático que permita a los ciudadanos visibilizar el grado de responsabilidad con que sus parlamentarios defienden sus intereses”, explicaban.
Igualmente, recordaron que hasta ahora el Congreso no aprobó el proyecto que iba a desarrollar las sesiones virtuales en la Ley Quinta, por lo que “sigue vigente la regla general de presencialidad”.
Otro argumento que pusieron en consideración de los presidentes Char y Blanco es el fallo de la Corte Constitucional con relación al artículo 12 del Decreto 491 de 2020, con el que el Gobierno supuestamente les dio vía libre a las sesiones virtuales a las corporaciones públicas.
Sobre esto, los congresistas citaron a la Corte que dictó jurisprudencia sobre la presencialidad, en cuanto “es el mecanismo más adecuado para dar cabida a una democracia vigorosa mediante la posibilidad de un debate intenso, de una participación activa y libre, y de la expresión de todas las corrientes de opinión de opinión en circunstancias de mayor facilidad”.