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#YoTambien, #MeToo, #MoiAussi, #EuTambem... La expresión ha dado la vuelta al mundo en múltiples idiomas en forma de etiquetas en Twitter y otras redes sociales, con las que cientos de miles de mujeres están denunciando abusos sexuales.
La actriz estadounidense Alyssa Milano publicó el sábado un mensaje alentando a las mujeres víctimas de acoso sexual a dar su testimonio en la red social utilizando las palabras #MeToo en el contexto del caso Harvey Weinstein.
Ella no se encuentra en la lista de actrices que denunciaron al productor Harvey Weinstein, pero desde que el caso del magnate de Hollywood salió en los medios de comunicación Milano ha comentado y ha apoyado a todas las víctimas que decidieron hablar.
"Sugerido por un amigo/a: Si todas las mujeres que han sido acosadas o agredidas sexualmente escribieran yo también en su estado (de las redes), podríamos hacer entender a la gente la magnitud del problema", concluye.
Entre los cientos de miles de tuits que ha desencadenado la campaña, se cuentan los de la cantante estadounidense Lady Gaga, la exbecaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky, quien protagonizó un escándalo sexual con el entonces presidente Bill Clinton, y America Ferrera quien contó que fue abusada sexualmente a las 9 años de edad.
Los abusos de Weinstein
El famoso productor de cine es acusado de violación, abuso y/o acoso sexual por muchas actrices que han roto el silencio sobre un comportamiento sostenido durante años. Weinstein ha negado todas las acusaciones de relaciones sexuales no consentidas.
Algunas de las mujeres que lo han denunciado son Asia Argento, Lucia Evans, Cara Delevigne, Angelina Jolie, Léa Seydoux, Gwyneth Paltrow, Mira Sorvino, Rossana Arquette, Emma de Caunes, Judith Godrèche y Rose McGowan.
Luego del escándalo, Georgina Chapman, su esposa, le pidió el divorcio y la junta ejecutiva de su empresa Tha Weinstein Company lo despidió.
Lea más en: The Weinstein Company, ¿cerrará o la venderán?
La táctica de la campaña
La iniciativa encontró un fuerte eco internacional entre las mujeres, tanto anónimas como con nombre y apellido, que en muchos casos parecen hablar por primera vez de su experiencia en público.
En Gran Bretaña, la etiqueta ha sido utilizada por la portavoz laborista Stella Creasy: "He sido hostigada como millones de mujeres y niñas en el mundo. La vergüenza está en los agresores, no en mí", escribió este domingo.
En Túnez, muchas mujeres utilizaron el este lunes la etiqueta, en árabe u otras lenguas, para describir los incidentes de los que fueron víctimas en la calle, en el trabajo o en el transporte, o para denunciar una "cultura de la violación".
En Egipto la etiqueta también se propagó rápidamente entre miles de mujeres compartiendo sus experiencias de acoso sexual, un flagelo que afecta a gran cantidad de ellas en el mayor país del mundo árabe.
De acuerdo con un estudio de la ONU, el 99,3% de las egipcias afirmó en 2013 haber sufrido al menos una forma de acoso, y el 82,6% cree no estar segura en las calles.
En Francia, un llamamiento similar para denunciar el acoso sexual en el trabajo también se volvió viral en los últimos días en Twitter.
Bajo el hashtag #balancetonporc ("denuncia a tu cerdo"), la periodista Sandra Muller invitó a mencionar, "dando el nombre y los detalles, a un acosador sexual que hayas conocido en tu trabajo".
Muchas mujeres también han mencionado los acosos de la vida cotidiana, el contacto o manoseo en el transporte, los abordajes en la calle, entre otros.
La campaña que se viraliza
La actriz y directora italiana Asia Argento, que acusó a Weinstein de violarla en 1997, retomó este domingo la etiqueta #balancetonporc, lanzando su versión inglesa: #denounceallpigs (denuncia a todos los cerdos).
También utilizó #quellavoltache en italiano ("dónde esta vez") para acusar a "un gran director de Hollywood con un complejo de Napoleón" de haberla drogado para luego abusar de ella cuando tenía 26 años y a "un director/actor italiano" de haber "sacado su pene delante de mí cuando yo tenía 16 años".
Lanzado por la periodista italiana Julia Blasi #quellavoltache dio lugar a una serie de historias cortas y largas, casi siempre con un nombre, denunciando palabras escalofriantes, gestos inapropiados, abusos y violaciones. "Aquella vez que un hombre trató de arrastrarme al vestíbulo de un edificio. 'Es tu culpa, eres muy linda'. Yo tenía 10 años", escribió Christiana Stradella.
El movimiento lanzado por Alyssa Milano no es el primero. Casi al mismo tiempo que ella, la modelo neoyorquina Cameron Russell lanzó su invitación a compartir estas historias bajo la etiqueta #MyJobShouldNotIncludeAbuse ("mi trabajo no debería incluir el abuso"). Su página de Instagram ya ha recopilado más 800 testimonios.
En octubre de 2016 fue creada la etiqueta #NotOkay tras la difusión de un video de 2015 en el que Donald Trump, entonces candidato republicano a la Casa Blanca, fue grabado mientras se jactaba de manosear a mujeres y se refería a ellas en términos ofensivos.
Lo justificó diciendo que se trataba de "comentarios de vestuario" y denunció las acusaciones de acoso sexual como mentiras e historias inventadas.
El caso de Ferrera
La actriz respondió en Twitter al llamado de #MeToo (Yo también): "La primera vez que recuerdo haber sido abusada sexualmente tenía nueve años".
Su testimonio, que publicó este lunes, se une a los cientos de miles que inundan las redes sociales con la etiqueta #MeToo o en otros idiomas (#YoTambien, #MoiAussi, #EuTambem).
"Tenía que ver a este hombre diariamente en los siguientes años, él me sonreía y me saludaba", siguió la actriz, famosa por su papel en la comedia "Ugly Betty".
"Yo lo pasaba apurada con sangre helada corriendo por mis venas, con la carga en el estómago de lo que sólo él y yo sabíamos, y esperaba que yo me callara y sonriera de vuelta", añadió la ganadora de un Globo de Oro y un Emmy.
Ferrera, nacida en Los Ángeles de padres hondureños, exhortó a "romper el silencio para que la próxima generación no tenga que vivir con esta mentira".
La actriz tampoco fue víctima de Weinstein, pero la campaña ha demostrado que los casos no se limitan al productor de 65 años, investigado por la policía y expulsado de la Academia del cine por su conducta que se remonta a tres décadas y era un secreto a voces en Hollywood.