Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
A finales del mes de agosto, la Asociación Colombiana de Farmacología (ASOCOLFAR), el Grupo de Investigación en Farmacoepidemiología y Farmacovigilancia de la Universidad Tecnológica de Pereira y Audifarma, emitió un comunicado a los médicos en general, con las recomendaciones y sobre todo los riesgos que tiene el uso de la N-acetilcisteina en el manejo del Covid-19.
El mensaje principal para la población es no automedicarse, ni dejarse guiar por información acerca de medicamentos que previenen el contagio de Covid-19 ya que por ahora no existe ninguna evidencia científica que lo demuestre.
En el caso del cuerpo médico, se les invita a que evalúen en forma completa toda la información que llega a través de las redes, ya que se están recomendando concentraciones altas de esta molécula que solo se consiguen en administración intravenosa o inhalada y que en forma oral incrementan la posibilidad de presentar eventos adversos importantes.
“Lo que más preocupa es que algunos de los medicamentos que están siendo utilizados erróneamente para manejar o prevenir el Covid-19 tienen efectos adversos comprobados y sin embargo, son de venta libre y se consiguen en farmacias y droguerías. Es el caso de la N-acetilcisteina que tiene registro como mucolítico, y cuya utilidad se limita a algunas enfermedades muy específicas. Incluso su uso está prohibido en pacientes menores a 2 años. Se debe usar con precaución en algunas personas por su asociación al aumento de obstrucción de las vías respiratorias (broncoespasmo), por lo que actualmente no se recomienda el uso generalizado de este medicamento ni en el paciente hospitalizado, ni en el paciente ambulatorio, como tratamiento profiláctico o preventivo de la infección por SARS-CoV-2 causante del COVID- 19 hasta que se tenga evidencia que demuestre un beneficio real, teniendo en cuenta sus precauciones y contraindicaciones”, resalta el doctor Jorge Machado, Presidente de la Asociación Colombiana de Farmacología.
ASOCOLFAR evaluó las diferentes moléculas que se han postulado desde el inicio de la pandemia como alternativas de manejo para la COVID-19 haciendo las recomendaciones pertinentes.
Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (iECA) y los antagonistas del receptor de angiotensina (ARA2), son medicamentos para tratar la hipertensión arterial (HTA). Análisis sobre el COVID-19 ha mostrado una posible relación entre el uso de estas moléculas y un riesgo aumentado de infección por SARS-CoV-2, “sin embargo, esto no se ha demostrado y sí se sabe que los pacientes con HTA mal controlada tienen peores desenlaces. Por esta razón mientras los estudios no sean concluyentes, se recomienda no suspender, ni cambiar ninguno de estos medicamentos ante la infección por SARS-CoV-2″, dice la asociación.
Por otro lado, los corticoesteroides fueron utilizados durante los brotes del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS-CoV-1) y Síndrome Respiratorio del Medio Oriente (MERS-CoV), por lo cual se están utilizando en pacientes con COVID-19 adicionado a otros tratamientos. Sin embargo, la evidencia actual sobre el uso de éstos es controversial.
Aunque los resultados preliminares con respecto al uso de dexametasona son prometedores, aún se está a la espera de la publicación de los resultados finales que permitan concluir con certeza el impacto del uso de esta terapia en pacientes con COVID-19 severos. Por lo que se debe limitar su uso actual a pacientes con requerimiento de ventilación mecánica, SDRA, choque séptico, exacerbación de asma o EPOC asociado a la infección por SARS-CoV-2 o que requieren de oxígeno suplementario. No se recomienda su uso en pacientes con infecciones leves o en casa, su uso debe ser siempre bajo supervisión médica por sus efectos secundarios.
El uso de medicamentos como: cloroquina, hidroxicloroquina, azitromicina y lopinavir/ritonavir se basa en resultados positivos en análisis in-vitro es decir en resultados de laboratorio y no con pacientes. Si bien los resultados parecen ser prometedores, se considera que la evidencia actual no es suficiente para recomendar su utilización a gran escala, y mucho menos como terapia profiláctica. (Continúa controversia por promoción
“Dada la cantidad de información a la cual los pacientes actualmente tienen acceso; con base en todos los riesgos ya mencionados y los resultados que aún no son concluyentes para el tratamiento de la infección por COVID-19 con estos medicamentos, es imperativo que los pacientes no se automediquen. El uso de cualquiera de estos medicamentos solo puede hacerse tras la prescripción de un médico con experiencia en el manejo de este tipo de terapias y en un ambiente hospitalario”, dijo el doctor Jorge Machado, presidente de la Asociación Colombiana de Farmacología.