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Investigadores del Instituto Queen Mary's Blizard (Reino Unido) hicieron públicos los resultados de un preocupante estudio esta semana, en el Congreso Internacional de la Sociedad Europea de Respiración, en París.
Los médicos examinaron las placentas de cinco mujeres embarazadas de Reino Unido y encontraron que material particulado, o partículas de polución, habían llegado a sus placentas.
Investigaciones anteriores han indicado los vínculos entre la exposición de las madres embarazadas a la contaminación del aire y el nacimiento prematuro, bajo peso al nacer, mortalidad infantil y problemas respiratorios infantiles. Sin embargo, de acuerdo con CNN, los científicos creen que esta es la primera evidencia de contaminación del aire que viaja desde las vías respiratorias hacia las placentas, y que potencialmente llegan a los fetos.
El trabajo fue presentado por el Dr. Norrice Liu, pediatra e investigador clínico, y la Dra. Lisa Miyashita, investigadora postdoctoral, ambos miembros del Instituto Queen Mary's Blizard (Reino Unido).
La doctora Miyashita dijo: “Hace tiempo que sabemos que la contaminación del aire afecta el desarrollo del feto y puede seguir afectando a los bebés después del nacimiento y durante toda su vida. Estábamos interesados en ver si estos efectos podrían deberse a partículas de contaminación que se mueven desde los pulmones de la madre a la placenta. Hasta ahora, ha habido muy poca evidencia de que las partículas inhaladas entren en la sangre del pulmón”.
Las cinco mujeres que examinaron no fumaban, no tuvieron complicaciones en su embarazo y las cinco parieron bebés sanos. “Todas las mujeres dieron permiso a los investigadores para estudiar sus placentas después del parto”, aclara el hospital Queen Mary.
El equipo estaba interesado en células particulares llamadas macrófagos placentarios. Los macrófagos existen en muchas partes diferentes en el cuerpo. Son parte del sistema inmune del cuerpo y funcionan al envolver partículas dañinas, como bacterias y partículas contaminantes. En la placenta también ayudan a proteger al feto.
El equipo estudió un total de 3.500 células de macrófago placentario de las cinco placentas y las examinó bajo un microscopio de alta potencia. Encontraron 60 células que, entre ellas, contenían 72 pequeñas áreas negras que los investigadores creen que eran partículas de carbono.
Continuaron estudiando los macrófagos placentarios de dos placentas en mayor detalle usando un microscopio electrónico y nuevamente encontraron material que creen que estaba compuesto de diminutas partículas de carbono.
"Nuestros resultados proporcionan la primera evidencia de que las partículas de contaminación inhalada pueden pasar de los pulmones a la circulación y luego a la placenta. No sabemos si las partículas que encontramos también podrían pasar al feto, pero nuestra evidencia sugiere que esto es realmente posible. También sabemos que las partículas no necesitan entrar en el cuerpo del bebé para tener un efecto adverso… si tienen un efecto sobre la placenta, esto tendrá un impacto directo sobre el feto”, dijo el doctor Liu en un comunicado.
La investigación sugiere un posible mecanismo de cómo los bebés se ven afectados por la contaminación mientras están teóricamente protegidos en el útero.