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Aunque son muchas las personas que van a las plazas de Colombia y se divierten alimentando a las palomas, también hay quienes prefieren mantenerse alejados. Una de las razones podría estar relacionada con que su cercanía con estas aves puede ocasionarles ciertas irritación, hecho que acaba de ser comprobado por un estudio realizado por expertos de la Unversidad de la Salle.
Según explica en un comunicado Gustavo Cuadros Trillos, docente e investigador de esta universidad, “las palomas son hospederos de ácaros hematófagos, es decir, una especie concreta de estos artrópodos cuya principal característica es chupar sangre, aspecto que genera y propaga un abanico de infecciones y alergias”. Algunos de los ejemplos de estas alergias son la rinits, el asma y la Dermatitis pruriginosa, una patología difícil de diagnosticar debido a su similitud con otras enfermedades como la Rickettsiosis y Ehrliquiosis. (Lea también: Primeras evidencias de la relación entre asma y ácidos grasos)
Estos acáros están presentes tanto en los nidos de las palomas como en sus plumas, por lo que es muy fácil que lleguen a nuestra ropa después de estar cerca a estas aves y los terminemos cargando hasta nuestras habitaciones y colchones.
“Es una situación que requiere aplicar medidas correctivas porque los ácaros son un grupo grande de artrópodos invasores. Estos arácnidos invaden y contaminan viviendas, oficinas, empresas, fabricas, y pueden ser el origen de alergias como la rinitis, asma, dermatitis. Además, hay especies de ácaros como las garrapatas que en cualquier momento pueden ser vectores de bacterias y virus, generando múltiples infecciones, destacandose la rickettsiosis, y la ehrliquiosis”, agrega Cuadros.
Aunque en Colombia no hay cifras o estadísticas de contagio concretas, la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) estima que entre el 70 y 80% de los niños del mundo que viven en zonas costeras tienen algún tipo de alergia relacionada a los ácaros. Además, según datos de la Organización Mundial de Alergia (WAO), “más de la mitad de los casos de rinitis se deben a los ácaros”. (Lea acá: Hasta el 38% del asma infantil se atribuye a la contaminación del aire)
Ante esto, Cuadros considera que el auge de palomas debe ser manejado por las entidades competentes, sin que el fin sea eliminarlas. “Por el contrario, hay que establecer un mecanismo de seguimiento, vigilancia y control con el objetivo de minimizar el riesgo de efectos en la salud pública. Para los ciudadanos, la recomendación es estar atentos a la posibilidad de que las palomas hagan nidos en los techos de las viviendas”.
Cuadros lleva más de 30 años estudiando a los ácaros y ha podido comprobar que todas las especies reportadas y localizadas dentro de las viviendas (técnicamente conocidas como zonas intramurales) representan riesgos para la salud pública y destaca que en los últimos 6 años han aparecido en hogares bogotanos ácaros hematófagos como Ornytonissus silviarum, Dermaniyssus gallinae y otras especies que aun se está estudiando para su clasificación.
Las cinco recomendaciones clave que el experto da para evitar este tipo de alergías en casa son:
- Recoger el polvo de la vivienda mínimo 3 veces por semana con aspiradora. Nunca utilice escobas
- Si no tiene aspiradora, asperje en el piso una combinación de desinfectantes y con un mopa, recoja el mugre
- Aplique calor seco (por ejemplo con el secador de pelo) en colchones, almohadas y cobijas
- Nunca lave el colchón con agua porque los ácaros se desarrollan cuando hay ambientes húmedos.
- Jamás exponga el colchón al aire libre porque retiene más polvo y ácaros.
- Busque la asesoría de un experto en acarología médica para controlar y erradicar los ácaros