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El proyecto de ley que pretende pagarle tres salarios mínimos a los residentes del país y que está a un paso de convertirse en ley ya empezó a levantar ampolla. En días recientes, el director de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi) se expresó contra la viabilidad legal y fiscal del proyecto. (En contexto: Luz verde a proyecto de residencias médicas pero con algunos "peros")
“Este proyecto hace parte de una seguidilla de proyectos que están afectando aun más las finanzas del sector salud”, le dijo a este diario Jaime Arias, director de Acemi. “No hay conciencia de que este tipo de leyes pueden desbaratar el sector”.
Para entender a qué se refiere, hay que entender que actualmente, el proyecto de ley contempla pagarle tres salarios mínimos a los casi 5.000 residentes que hay en el país, lo que costaría, según cálculos del Ministerio de Salud, unos $170.000 millones.
Según el texto, ese dinero se recogería en el Fondo Nacional de Residencias Médicas, y entrarían recursos del presupuesto nacional y otras fuentes públicas, así como aportes de la IPS donde los residentes realicen las prácticas. Y es precisamente en este punto en el que las entidades prestadoras de la salud están en desacuerdo.
Para Arias, el proyecto de ley tal y como está en este momento es inviable: el hecho de que contemple sacar parte del dinero de lo que está destinado a financiar las EPS “es inconstitucional. La constitución no permite que los recaudos para el sistema de salud se empleen en algo distinto a lo que es la seguridad social en salud”, le dijo a este medio.
Además, el director del gremio de las EPS aseguró que tal como está, el proyecto de ley es un traslado de recursos de la salud a la educación superior universitaria. "La educación no está en crisis financiera como si lo está el sistema de salud", dice.
No obstante, Luis Carlos Leal, el presidente de la Asociación Nacional de Residentes Médicos (Anir), defendió el proyecto de ley y dijo que tras haber revisado con los asesores legales, están seguros de que es constitucional.
“Hemos consultado y es completamente legal destinar rubros para mejorar la calidad de la atención en salud, y es evidente que la formación de profesionales sirve para esto”, dijo.
Añadió que si hay una crisis financiera en el sector salud, “es por la corrupción de las EPS, un factor que el doctor Arias ha omitido en el análisis que ha hecho publicamente”.
Las asociaciones médicas que apoyan el proyecto tienen además otro argumento a su favor: que, a pesar de que los residentes prestan servicios de salud en las IPS, no reciben un solo peso, mientras que las entidades de salud si facturan los procedimientos que hacen los residentes. “No estamos pidiendo un dinero para algo diferente a la atención. En las IPS nuestros servicios son facturables: atención y formulación de pacientes hospitalizados, ayudantías quirúrgicas, procedimientos cirujanos menores, atención de urgencias, nosotros trabajamos en prácticamente todas las especialidades de los centros de salud, pero no se nos paga por ello”, expresó Leal.
Jaime Arias le dijo a este diario que su gremio estaría de acuerdo con el proyecto de ley si se consiguen otras fuentes de financiación. “Nosotros defendemos que los residentes tengan sueldo, sobre ellos cae mucha parte del trabajo hospitalario y sí deben ser remunerados.Ppero nos oponemos al modelo de financiación con el que quieren aprobarlo”, le dijo a este diario.
A pesar de tener plena confianza en el proyecto, las organizaciones médicas están conversando con el Ministerio de Salud y de Hacienda para buscar una fuente de financiación en la que todos puedan estar de acuerdo, para que el proyecto no termine hundiéndose en la recta final.
"La gallina de los huevos de oro"
Otro argumento que esgrime Arias y el gremio de hospitales es que para ellos serían inviable en el largo plazo dejar de recibir el dinero que le pagan las universidades para recibir residentes.
Miguel David Quintero, presidente en Bogotá de Acome (Asociación Colombiana Médica Estudiantil), cree que la negativa de las EPS y hospitales a meterse la mano al bolsillo para ayudar con el salario de los residentes se debe a que con ellos, "las entidades prestadoras del servicio de salud tienen la gallinita de los huevos de oro”.
Quintero explica que para ellos el proyecto no es viable “por una practica que se volvió costumbre, y es que los hospitales le cobren a las universidades para sus estudiantes vayan a rotar allá”. Es decir: las universidades les pagan a los hospitales un equivalente al 60 o 70% de la matricula del estudiante para que él pueda ir hacer sus prácticas allá. En últimas, le dijo Quintero a El Espectador, los hospitales están recibiendo plata y además, mano de obra calificada sin pagar un solo peso.
“¿Cuánto le costaría a un hospital cada semestre contratar a un trabajador con prestaciones y con todo el rigor de ley? eso es lo que ellos no quieren calcular”, expresa Quintero. Luis Carlos leal, de Anir, también dio declaraciones en ese sentido: “Ellos –los hospitales e IPS– no están contratando la totalidad de la planta médica que necesitan, pero eso sí, facturan todos los servicios que nosotros prestamos como trabajadores”.
Ante el argumento de que sería imposible para ellos trabajar sin esos pagos de las universidades, Quintero pone el ejemplo del Hospital San Vicente de Paul, en Medellín, que tiene un convenio con la Universidad de Antioquia y no cobra por recibir a sus residentes.
De hecho, la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (Ascofame), ya se unió para apoyar el articulo de la ley que prohibe el cobro por parte de los hospitales a las universidades para recibir residentes. “La salud es un derecho fundamental y la formación del Talento Humano en Salud es vital para garantizar este derecho”, señalaron en un comunicado emitido esta semana. Por eso, se argumenta en el comunicado, no tiene sentido que la IPS o ESE cobren por permitir esa formación.
Para no dejar que el tema se quede en el olvido, las asociaciones médicas convocaron a una manifestación el próximo 25 de abril a las 10:00 am en la Plaza Bolívar de Bogotá. “Este tema ha tocado una fibra muy sensible de los médicos, pues es urgente encontrar una solución para esto. Esta es una invitación no solo a los médicos y estudiantes de medicina, sino también a pacientes y familias para que nos apoyen”, finalizó Miguel David Quintero.