Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
De nuevo está circulando una desinformación que promociona al matarratón como una ‘cura’ contra el COVID-19. Esta vez surgió en Tumaco, Nariño, donde este árbol está siendo promocionado por el exgobernador de ese departamento, el médico Jesús Rosero Ruano, quien asegura que la planta del matarratón (Gliricidia Sepium) es efectiva contra esta enfermedad vírica y que su uso se recomienda al inicio de los síntomas.
Sin embargo y como ya lo hemos dicho, la Organización Mundial de la Salud, OMS, ha venido repitiendo a lo largo de la pandemia que “aunque algunas soluciones de la medicina occidental o tradicional o remedios caseros pueden resultar reconfortantes y aliviar los síntomas leves de la COVID-19, hasta ahora ningún medicamento ha demostrado prevenir o curar esta enfermedad”.
Rosero Ruano basa su recomendación en un estudio que fue realizado hace 12 años por el Grupo Interdisciplinario de Investigación en Salud y Enfermedad de la Universidad Cooperativa de Colombia, sede Pasto, y entre cuyos autores figura su hijo, el también médico Álvaro Rosero Arévalo.
Pero este estudio, que fue publicado en la Revista Nacional de Investigación – Memorias en su volumen 8, número 13 en 2010, se hizo para evaluar el efecto terapeútico del matarratón en el dengue clásico en Tumaco entre 2007 y 2008.
Cabe destacar que el SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus, se detectó por primera vez en Wuhan, China, en diciembre de 2019 y fue reportado a la OMS por el Gobierno chino el 7 de enero de 2020, por lo que el estudio citado por Rosero Ruano no coincide ni en tiempo ni en su propósito de investigación con la enfermedad que causa este virus, el COVID-19
La información sobre la cura que promueve Rosero fue recogida por el diario digital Informativo del Sur, en este artículo titulado “Mata ratón el árbol que cura el Covid – 19”. La nota periodística también incluye un audio en el que el exgobernador da detalles de la forma en que se debe preparar y tomar la ‘cura’ natural. Sin embargo, en el mismo, Rosero asegura que basa sus recomendaciones en el estudio hecho para el dengue.
Al respecto consultamos a Orlando Acosta, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, quien dijo que “ese estudio del matarratón no tiene nada que ver con el COVID-19, pues si científicamente se quiere examinar el efecto de un fármaco o un extracto de un producto natural sobre una patología, se tiene que acudir a un estudio con un diseño estadístico, en el cual típicamente lo que se hace es seleccionar un grupo de personas con ciertas características, pero que básicamente tengan la patología que se va a ensayar y otras personas que también la tengan, pero a quienes no se les da al tratamiento” [este proceso lo explicamos en detalle en nuestro explicador “¿Cómo se producen los medicamentos?”].
Acosta también agregó que “lo cierto es que la letalidad promedio del COVID-19, que fue revisada recientemente, es del 0,6%. Es decir, menos de una persona de cada 100.000 [contagiados] fallece por causa de esta enfermedad, por lo que es claro que una minoría sí padece gravemente por la enfermedad y en cambio la mayoría de los contagiados se curan, incluso sin tratamiento alguno”.
¿Qué es el matarratón?
El matarratón, cuyo nombre científico es Gliricidia Sepium es un árbol de tamaño mediano (10 a 15 metros) que se encuentra en gran parte del continente americano y pertenece a la familia de las leguminosas. Sus hojas son de uso múltiple, desde veneno para ratas hasta para el tratamiento de fiebres en niños y adultos, de acuerdo con este artículo descriptivo de la web colaborativa Naturalista.
El matarratón también aparece en el Vademécum colombiano de plantas medicinales, una publicación hecha en el 2008 por el entonces Ministerio de Protección Social y en la que se describen los usos tradicionales de diversas plantas en Colombia, sus análisis químicos, físicos y contraindicaciones encontradas, entre otras cosas.
Para el caso del matarratón dicho Vademécum describe que sus usos tradicionales son: “Las raíces, hojas y semillas son empleadas como veneno para roedores pequeños. Las hojas se usan como antipirético. La infusión se emplea para afecciones de la piel (erupciones, erisipela, impétigo, gangrena, quemaduras, picaduras de insectos y úlceras). Las hojas se emplean también como insecticida y como abortivas para el ganado vacuno. Se ha observado y comprobado el uso de las hojas y ramas para combatir fiebres persistentes en bebés y adultos (García-Barriga H., 1974; Correa J. y col., 1990; Gupta M., 1995)”.
Pero dentro de sus propiedades no está curar el COVID-19. El médico intensivista y director de la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Colombia de Cali Jorge Salazar nos dijo: “la verdad es que si el matarratón curara el COVID-19, los colombianos estaríamos felices y sanos en nuestras casas y los viejitos como yo, protegidos. Cuando más del 80% de quienes se contagian de esta enfermedad se recuperan en su casa y tan solo un 20% o menos tiene complicaciones, quiere decir que la enfermedad se supera prácticamente sin tratamiento, pero de ahí a decir que cualquier mata la cura… no, no es verdad. El tratamiento depende de cada caso y automedicarse es una práctica riesgosa”.
Como ya lo habíamos dicho en el chequeo “Ni el matarratón contiene ivermectina, ni la ivermectina se recomienda para prevenir el COVID-19”, en teoría no hay ningún riesgo en el consumo de esta infusión, pero eso no quiere decir que se recomiende para prevenir los efectos del COVID-19. Además, el químico farmacéutico, Gonzalo Amézquita aclaró: en el Vademecum Colombiano de Plantas Medicinales, dice que no existe ninguna precaución en la toma de esta planta que se haya descrito. Pero hay que tener en cuenta que muchas veces no se hacen estudios con las plantas medicinales para determinar qué efectos adversos tienen porque la gente las usa como quiere y las preparaciones son siempre nuevas.
Con todas estas razones concluimos que no se puede afirmar que el matarratón cure el COVID-19, como dijo el exgobernador de Nariño.
*Contenido producido en el marco de la Red Regional de Chequeadores - RedCheq - de Colombiacheck. Puede ver la nota original aquí.