Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Aunque «donde» es una palabra que sirve para referirse a lugares, hay una especie de tendencia a utilizarla para hablar del tiempo. Con frecuencia oímos en los medios de comunicación o en conversaciones cotidianas construcciones como: «Un año donde adoptamos el teletrabajo» o «un tiempo donde las madres tuvieron que trabajar el doble».
Es necesario, entonces, recordar que «donde» es un adverbio (palabra que describe al verbo) relativo a los lugares. Para emplearlo, sería correcto, en cambio, algo como: «El edificio donde trabajo». Para indicar la idea de tiempo, resultan más adecuadas, dependiendo del caso, formas como «en el que», «en la que», «durante» o «cuando»: «Un año en el que aprendimos muchas cosas», «una época en la que fuimos muy felices», «el año pasado, cuando todo era normal».
La versatilidad de la preposición «en», por cierto, me lleva a referirme a un segundo error, señalado antes en este espacio. Es tan común, sin embargo, que no sobran los esfuerzos para revertir su popularización. Hablo de la idea según la cual «al interior» es lo mismo que «en», «dentro de» o «en el interior». Lo vemos en noticieros y lo oímos en emisoras: «Corrupción al interior de la institución» o «dinero al interior de una maleta».
Las anteriores son formas que se han impuesto sobre las económicas «corrupción en la institución» o «dinero dentro de una maleta». Cierro recordando que «al interior» implica una idea de movimiento o dirección: «Viajé al interior del país» o «miré al interior a través de la ventana».
mmedina@elespectador.com, @alejandra_mdn