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Por Sergio Londoño Zurek* y Ryan Clark**
Canadá y Colombia gozan de una relación estrecha y multifacética, cuyos logros son particularmente evidentes en los programas de ayuda internacional para el desarrollo que hemos avanzado conjuntamente desde 1972 a lo largo y ancho del país. Creemos firmemente que el impacto que se ha obtenido y el éxito de las intervenciones se deben a condiciones muy concretas que se merecen resaltar, a propósito de la visita de Estado del presidente Juan Manuel Santos a Canadá en los próximos días, donde se reunirá con el primer ministro Justin Trudeau.
En primer lugar, tenemos plena claridad y acuerdo en las prioridades. Hemos logrado una alineación ejemplar, y sobre todo necesaria, en torno a las acciones que debe llevar a cabo la cooperación canadiense en Colombia para ser efectiva y relevante.
Por el lado de Colombia, la Hoja de Ruta de la Cooperación Internacional de APC identifica tres áreas temáticas: construcción de paz, desarrollo rural sostenible y conservación y sostenibilidad ambiental. Estas áreas contribuyen a su vez a los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo, Todos por un Nuevo País, en materia de Paz, Equidad y Educación.
Por su parte, los esfuerzos en materia de cooperación para el desarrollo de Canadá se enmarcan en la Nueva Política de Asistencia Internacional Feminista, la cual busca promover la igualdad de género y ayudar a empoderar a las mujeres y niñas, junto con otras minorías, en un esfuerzo por reducir la pobreza y construir un mundo más inclusivo, pacífico y próspero.
Siguiendo estas directrices, las iniciativas que adelanta Canadá en Colombia se han enfocado en: a) la protección de los derechos de los niños, niñas y jóvenes, incluyendo el acceso y mejoramiento de la calidad de la educación en zonas que fueron afectadas por el conflicto armado; b) la inclusión de pequeños productores agrícolas, jóvenes y mujeres, para que mejoren su calidad de vida y participen en el desarrollo económico de sus comunidades; c) el mejoramiento de la sostenibilidad ambiental mediante la asistencia a agencias gubernamentales encargadas del manejo de los recursos naturales de Colombia y; d) la consolidación de la paz en Colombia.
Hoy en día Canadá es uno de los principales donantes internacionales en Colombia con una inversión de 288 millones de dólares canadienses desde el 2009. En la actualidad implementa 74 proyectos financiados a través de diferentes fuentes canadienses.
Una segunda clave para el éxito de nuestra alianza radica en el reconocimiento de utilizar enfoques innovadores para enfrentar los complejos desafíos sociales, económicos y de desarrollo, buscando soluciones pertinentes y sostenibles.
Por ejemplo, nuestros proyectos de apoyo al desarrollo rural están implementando modelos cooperativos y asociativos innovadores para que pequeños productores tengan acceso a créditos, seguros agrícolas, mejores prácticas y acceso a mercados alternativos. Todo esto con la cofinanciación del sector privado y otros actores.
En zonas aisladas de la costa Pacífica se está mejorando el acceso a la educación básica de calidad para 170.000 niños, niñas y jóvenes a partir de modelos flexibles y que se ajusten al contexto de las comunidades. De igual forma el apoyo al Plan Especial de Educación Rural transformará el acceso, calidad y pertinencia de la educación en zonas históricamente aisladas, generando una cultura de tolerancia y respeto por la diversidad.
Asimismo, Canadá se ha convertido en el principal financiador del Fondo Multidonante de las Naciones Unidas para el Posconflicto, con contribuciones que suman 15,2 millones de dólares americanos. A través de este Fondo, estamos apoyando actividades esenciales para la paz de Colombia, como la salida de niños y niñas de los grupos armados; la reparación a víctimas individuales y colectivas; el fortalecimiento de sistemas locales de justicia; la construcción de pequeñas obras de infraestructura social y económica; actividades de desminado y educación de riesgo en minas; y brindando apoyos institucionales a entidades responsables de implementar los acuerdos de paz.
Por último, desde nuestras respectivas agencias le apostamos a una coordinación permanente y fluida entre instituciones y organizaciones de los dos países. A esto hay que sumarle un análisis conjunto sobre los éxitos alcanzados y los retos aún existentes, para encontrar nuevas aproximaciones innovadoras y fuentes de financiación que maximicen tanto el uso de los recursos públicos como los resultados de las intervenciones. Esto ha sido evidente en iniciativas con cooperativas rurales y en educación rural, donde las alianzas y el apalancamiento de recursos provenientes de otras fuentes han fortalecido la sostenibilidad de las mismas. Esperamos seguir impulsando estas alianzas e invitamos a otros actores a que se vinculen a estos esfuerzos.
El éxito de la relación entre Canadá y Colombia en materia de cooperación está basado en un acuerdo claro sobre prioridades, una visión compartida de apelar a la innovación y las alianzas para enfrentar los desafíos y una coordinación permanente. Continuaremos trabajando conjuntamente y de esta manera para abordar los retos y seguir contribuyendo al desarrollo de una Colombia incluyente y en paz.
* Director General de la Agencia Presidencial de Cooperación —APC—.
** Director de Cooperación de Canadá en Colombia.